31 julio 2021

31 de julio

La última víctima de la Inquisición
Allá va una efeméride con dos caras, una buena y otra mala. Primero, la mala. El 31 de julio de 1826 fue ejecutado en Valencia, con la recurrente excusa de la ley de Dios, Cayetano Ripoll, un maestro de escuela catalán que no llevaba a misa a sus alumnos. Y ahora, la parte buena. Aquél fue el último auto de fe que pudieron celebrar los diabólicos tribunales eclesiásticos que se repartían por España y que vigilaban la observancia de la fe católica. Cayetano Ripoll fue la última víctima de la barbarie, pero a él, la verdad, le dio igual llevarse a la tumba tan dudoso honor.
No fue la Inquisición quien ordenó ejecutar a Cayetano Antonio Ripoll, porque la Inquisición, aunque seguía existiendo, se había visto obligada trece años antes a suspender sus maléficas prácticas por orden de las Cortes de Cádiz. Pero como la Iglesia de aquel tiempo buscaba mil recovecos para seguir haciendo de las suyas con el beneplácito del Borbón Fernando VII, en sustitución del anestesiado Santo Oficio se crearon las Juntas de Fe, que venían a ser el mismo perro con distinto collar. Y le tocó a Cayetano.

Calles de Laredo

Calles de Laredo

30 julio 2021

30 de julio

Los goles que no anotó Pelé
El fútbol es una actividad loca en la que resulta peligroso marcar ciertos goles. Durante cuarenta años fue terrible abrir el marcador en la Copa del Mundo. Todo comenzó en el Estadio Centenario de Montevideo, el 30 de julio de 1930. Los anfitriones llegaron al desenlace ante su rival de siempre: Argentina. La multitud se presentó ocho horas antes del partido y el árbitro exigió que una barca lo aguardara en el puerto por si tenía que salir huyendo.
El primer gol finalista fue anotado por un argentino de nombre para la ocasión: Pablo Dorado.
Los visitantes tomaron la delantera con optimismo, sin saber que inauguraban una maldición. A partir de entonces y durante mucho tiempo, el primer equipo en anotar perdería el Mundial. Uruguay impuso 2-1 como si la anotación fuese un tónico para reaccionar. Cada cuatro años, los dioses del Mundial mostraron su condición celosa y vengativa; despreciaban al equipo ambicioso que cortejaba primero la fortuna y recompensaban al que había comenzado sufriendo.

Calles de Laredo

Calles de Laredo

29 julio 2021

29 de julio


Nº 81 - Julio de 1971 (Lans)
El hombre del perro
1
Visito a una de mis sobrinas y a su novio. Me entero con inquietud de que no han obtenido en sus exámenes nada más que una media de 80, cuando habrían necesitado 100. Mi sobrina me resulta de repente abotargada y casi fea. Pienso que la vida que lleva con su novio no le sienta bien.
2
Regreso a mi casa. Vivo en una única habitación grande en la misma casa que mi sobrina. Encima de mí, en un tercer apartamento, viven o P. o F., un amigo argelino. Voy a casa de P.; encuentro a F. en compañía de otro argelino y de Henri C. Los tres hombres me parecen a cual menos amistoso, e incluso casi hostiles.
3
Tras no sé qué contratiempo, desplazo una cita fijada para esa misma tarde al día siguiente (que será el sábado 30 de julio) a las once de la mañana.
4
Me acuerdo entonces con cierto pánico de que he pedido cita el 29 de julio con un psicoanalista, Monsieur Bezu, en el 34 de la rue Daru.

Calles de Laredo

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28 julio 2021

28 de julio

28 de julio de 1988
Sofri, Bompressi y Pietrostefani son arrestados al amanecer en sus casas. Han sido acusados por Leonardo Marino, antiguo militante de Lotta Continua, quien reconoce su participación como conductor en el homicidio Calabresi. Según la confesión del «arrepentido», Bompressi es el ejecutor, y Sofri y Pietrostefani quienes ordenaron el atentado.
Son puestos en libertad a los cuatro meses.
2 de mayo de 1990
El Tribunal Penal de Milán dicta tres condenas a veintidós años de cárcel y condena a once a Marino. Tras una primera confirmación de las sentencias, la Sala Conjunta del Tribunal Supremo anulará la condena por falta de pruebas y «por graves vicios de fondo y de forma».

Calles de Laredo

Calles de Laredo

27 julio 2021

27 de julio

La señorita Narracott, la recepcionista, era una dama de cuarenta y siete años, de generoso busto, peinada a la moda de hacía varios años.
Acogió sonriente a Giles, a quien vio en seguida, con la precisión que le permitía una larga experiencia, como «uno de nuestros agradables clientes». Y Giles, que resultaba ser un hombre locuaz y persuasivo cuando se lo proponía, recurrió a una historia bien urdida. Acababa de cruzar una apuesta con su esposa… Él sostenía que la madrina de ésta había estado hospedada en el «Royal Clarence» dieciocho años atrás. Su mujer habíale dicho que no podría probar nunca su afirmación porque seguramente, en el establecimiento, no eran conservados los libros-registros tan antiguos. ¡Qué disparate! Un hotel como el «Royal Clarence» debía de guardarlos todos. Quizá poseía hasta los de hacía un siglo…
—Bueno, no tanto, señor Reed. Nosotros conservamos todos nuestros libros de visitantes, como preferimos llamarlos. En las páginas de muchos de ellos figuran interesantes nombres. Una vez se hospedó aquí el rey, siendo príncipe de Gales, y la princesa Adelmar de Holstein-Rotz solía pasar en este hotel todos los inviernos, con su dama de compañía. Hemos facilitado alojamiento, además, a novelistas famosos, y a artistas como el señor Dovery, el pintor retratista.

Pastos por el Alto Campoo

Pastos por el Alto Campoo

26 julio 2021

26 de julio

Los diputados de la nueva Cámara habían llegado a París: de los doscientos veintiuno, doscientos dos habían sido reelegidos; la oposición contaba con doscientos setenta votos; el Gobierno, con ciento cuarenta y cinco: el partido de la Corona estaba, pues, perdido. El resultado natural era la dimisión del Gobierno: Carlos X se obstinó en desafiarlo todo, y se decidió el golpe de Estado.
Partí para Dieppe el 26 de julio, a las cuatro de la tarde, el mismo día en que se promulgaron las reales ordenanzas. Estaba bastante alegre, encantado de volver a ver pronto el mar, y me siguió, a algunas horas de distancia, una espantosa tormenta. Cené y pasé la noche en Ruán sin saber nada, lamentando no poder ir a visitar Saint-Ouen, y arrodillarme delante de la hermosa Virgen del museo, en recuerdo de Rafael y de Roma. Llegué al día siguiente, 27, a Dieppe, hacia el mediodía. Me hospedé en el hotel en el que el conde de Boissy, mi antiguo secretario de legación, me había reservado una habitación. Me vestí y fui a ver a madame Récamier. Ésta ocupaba un aposento cuyas ventanas daban a la playa. Pasé allí unas horas charlando y contemplando las olas. He aquí que de repente se presenta Hyacinthe, trayéndome una carta que había recibido monsieur de Boissy, y que anunciaba las reales ordenanzas con grandes elogios. Al cabo de un momento, entra mi viejo amigo Ballanche; acababa de bajar de la diligencia llevando en la mano los periódicos. Abrí el Moniteur y leí, sin dar crédito a lo que veían mis ojos, los documentos oficiales. ¡De nuevo un Gobierno que se arrojaba de motu proprio desde lo alto de las torres de Notre-Dame! Le dije a Hyacinthe que pidiera que engancharan los caballos, a fin de salir de regreso para París. Volví a montar en el coche, hacia las siete de la tarde, dejando a mis amigos en plena ansiedad. Hacía un mes que corrían algunos rumores sobre un golpe de Estado, pero nadie había hecho caso de ellos, pues parecían absurdos. Carlos X había vivido de las ilusiones del trono: se forma en torno a los príncipes una especie de espejismo que los engaña desplazando el objeto y haciéndoles ver en el cielo paisajes quiméricos.

Paisaje bajo la lluvia

Paisaje bajo la lluvia

25 julio 2021

25 de julio

Continué mi lectura de Rob Roy mientras el marinero seguía arrojando la sonda. «Usted debe recordar bien a mi padre; como usted era miembro de la casa mercantil, lo conoció desde niño. Pero no lo vio en sus mejores días, antes de que los años y los achaques doblegaran su ardiente espíritu de empresa y cálculo». Pensé en mi padre tendido en la bañadera con la ropa puesta (como después lo tenderían en su ataúd de Boulogne) y dándome sus instrucciones imposibles de cumplir. Y me pregunté por qué sentiría afecto hacia él, mientras no sentía ninguno hacia mi intachable madre, que me había educado con rígido esmero y me había conseguido mi primer empleo en el banco. Nunca había construido el pedestal en el jardín. Y antes de irme, había tirado la urna vacía. De pronto volvió a mí el recuerdo de una voz enfurecida. Me había despertado, como solía ocurrirme, con el temor de haber quedado abandonado en la casa incendiada. Había salido de la cama para ir a sentarme en el último escalón, tranquilizado por la voz que subía. Poco me importaba su furia: la voz estaba allí, y yo no estaba solo, y la casa no olía a incendio. «Vete, si quieres», decía la voz, «pero yo me quedaré con el niño».
Una voz baja y serena, que reconocí como la de mi padre contestó:
—Yo soy su padre.

Paisaje bajo la lluvia

Paisaje bajo la lluvia

24 julio 2021

24 de julio

Al conde Wiser, Bad Eilsen

24 de julio de 1937

Cuando un chino desea dirigirse a un interlocutor de una manera que sus palabras expresen a la vez simpatía y estimación, ternura y respeto, le dice «mi hermano mayor».
Este es el tratamiento que quisiera darle en este día, siempre y cuando no lo considere una impertinencia. Una salud tolerable con pocos trastornos, vigor y entusiasmo para el trabajo y en el corazón la serenidad con la que una persona que siempre ha estado empeñada en aspirar a la perfección puede contemplar el curso del mundo al llegar a su vejez. Yo creo que no sólo debe contemplar con esta serenidad el curso del mundo, sino también el más allá y las diversas concepciones e ideas sobre la materia. Yo no creo que vayamos a perdernos en la nada. Del mismo modo creo que nuestros esfuerzos y zozobras por aquello que nos pareció bueno y justo no fueron en vano. Puedo imaginar por cierto muchas cosas acerca de las formas en que el todo nos anima y conserva partes, pero no admitir una opinión sustentada de manera dogmática. La fe es confianza, no ansias de saber.
Le saluda cordialmente y le desea todo lo mejor, su agradecido amigo H. H.
Le ruego transmitir mis saludos a su apreciada esposa.

Hermann Hesse
Cartas escogidas

Paisajes del Alto Campoo

Paisajes del Alto Campoo

23 julio 2021

23 de julio

Volviendo al abuelo Francisco —siempre, al fin y al cabo, volvíamos a él—, para Estefanía y Palinuro, y también para el primo Walter que a veces venía de Europa o de su casa de campo a pasar un fin de semana con sus primos—, el abuelo Francisco sí que era un rey, muy aparte de su nombre sonoro y muy aparte de haber nacido, como lo juraba, en Bagdad: también por ser tan gordo y tan magnífico, con tantos kilos y bacanales a cuestas, y con velámenes y plantaciones de tabaco que lo seguían por los caminos de su historia tras la silla de ruedas que usaba para ir de la Revolución al Senado y de Nueva Orleáns a la Decena Trágica, o simplemente para ir de la mesa donde desayunaba al escritorio donde escribía sus cartas y del escritorio donde escribía sus cartas a la mesa donde jugaba pókar y de la mesa donde jugaba pókar al secreter donde escribía sus memorias y del secreter donde escribía sus memorias a la mesa donde nos contaba cuentos; y sus cuentos poblaban nuestro mundo de califas que se ahogaban en aljibes verdes como bostezos, de puentes de puro brillo que mediaban entre dos tierras abismadas en negruras insolubles y de barcos en que toda la tripulación se había muerto de una peste milagrosa y navegaban por el mar y por las leyendas como cementerios lentos. Todo esto era necesario para hacer de él el abuelo más grande y memorable y sólo más tarde delimitar sus regiones, interiorizar en la alfombra de su cuarto para descubrir el águila de una moneda perdida y abrir el cajón de su buró para encontrar unas grageas con que restañar el hipo.

Paisajes del Alto Campoo

Paisajes del Alto Campoo

22 julio 2021

22 de julio

Las contrariedades de Valladolid

Bastan ocho meses para que Rodrigo vea desvanecerse sus ilusiones; y necesitará casi dos años para salir de la trampa en que un buen día se encontró cogido. La prueba debió de ser dura para este soñador impenitente que al principio creyó que el éxito llegaría sin esfuerzo alguno. Júzguese por su instalación: vive en el barrio de Sancti Spiritus, en el piso bajo de una amplia casa alquilada por su hermana María, y no tarda en contratar a un ayudante, convencido de que los clientes han de afluir; por último, toma un criado a su servicio.
¿Gastos desconsiderados? A decir verdad, el espectáculo que le ofrecía la ciudad era idóneo para alimentar sus esperanzas: en plena expansión, aún no había digerido su crecimiento. Los cronistas de la época hablan de ella como de un vasto campamento, deplorando su clima a menudo húmedo, burlándose con el escaso acondicionamiento de las oficinas y los servicios, evocando los cerdos que se revolcaban en plena corredera de San Pablo. Pero sus iglesias de fachadas labradas, sus palacios en los alrededores de la Plaza Mayor causaban ya la admiración de los visitantes. Atraídos por el lujo de sus tiendas y la habilidad de sus joyeros, caballeros, negociantes, estudiantes, servidores, monjes, mendigos y esclavos se apretujaban dentro de sus muros, haciendo reinar una permanente animación. La letanía burlesca de un viajero holandés resume bastante bien la impresión que debía de causar al visitante una ciudad que ofrecía con profusión «pícaros, putas, pleytos, polvos, piedras, puercos, perros, piojos y pulgas». En otros términos, la confusión de una moderna Babilonia, pero también el brillo de una auténtica capital donde los jornaleros eran los mejor pagados de España.

Mariquita y retama

mariquita y retama

21 julio 2021

21 de julio

21 de julio de 2010

Querido John:
Una de las razones por las que me mantengo vinculado al béisbol después de tantos años es precisamente eso que mencionas en tu carta: la frecuencia de perder, lo inevitable del fracaso. Una mirada a la clasificación del periódico de esta mañana muestra que el equipo mejor situado suma 58 victorias y 34 derrotas, lo que equivale a un índice de éxito del 63 por ciento, y significa que el equipo más pujante entre treinta se ha ido a casa frustrado el 37 por ciento de las veces.
Las temporadas de béisbol son muy largas —162 partidos— y cada equipo va pasando por toda clase de vicisitudes a lo largo de ese período de seis meses: depresiones y rachas de buena suerte, lesiones, penosas deficiencias que surgen en algún partido crucial, inesperadas victorias en el último segundo. A diferencia del boxeo —que siempre es vencer o morir—, el béisbol es vencer y morir, y aunque sea morir, al día siguiente hay que salir a rastras del ataúd y hacer otra vez todo lo que se pueda. Por esa razón se valora tanto en el béisbol la firmeza de carácter. Sobreponerse a la derrota, tomarse la victoria con calma, sin exaltación indebida. La sabiduría popular dice que el béisbol es reflejo de la vida: en el sentido de que te enseña a aceptar tanto lo bueno como lo malo. En su mayor parte, los demás deportes tienden a ser reflejo de la guerra.

Rurales

retamas en flor

20 julio 2021

20 de julio

Juan miró la luz verde del semáforo y entró en el despacho del director de Damas y Caballeros. Se sentó por vez primera en la silla aunque el director le había indicado que lo hiciera en el sofá. A Juan nunca se le habría ocurrido sentarse en el sofá ni en las butacas que parecían destinados a otro tipo de visitas. En lo sucesivo siempre se sentaría allí. En la misma silla desde la que podía verse con toda claridad la foto dedicada de Franco titular de la tarjeta número 1 de Prensa desde el 20 de julio de 1949. El Generalísimo vestía de general. Apoyaba su mano derecha en un libro abierto. Miraba con la mirada del cronista de sucesos que espera la noticia del próximo asesinato.El director le dijo querido Juan usted no se haga ilusiones de que va a firmar artículos ni a viajar por cuenta de este periódico que le contrata exclusivamente para que edite los trabajos firmados por nuestras mejores firmas y para que redacte los pies de las fotografías así como los títulos y sumarios de los distintos reportajes que iremos publicando un día tras otro. Usted entra en este periódico de gran solera y tradición como un soldado raso que entra en el Ejército al que por cierto dedicamos amplios espacios con cierta frecuencia por ser uno de los pilares de nuestra sociedad y uno de los intereses primordiales de nuestros lectores. Aunque es obvio que esto no quiere decir que con el tiempo usted no vaya haciendo alguna otra cosa. Por ejemplo traducciones de crónicas o entrevistas adquiridas a publicaciones francesas o italianas para lo cual es muy aconsejable que en sus ratos libres mejore sus conocimientos de esos idiomas.
El director hizo una pausa. Bajó los ojos. Volvió a mirarle en silencio. Bajó nuevamente los ojos. Parecía como si tomara fuerzas para volver a hablar.
¿Ha entendido usted cuál va a ser a grandes rasgos la naturaleza de su trabajo?

Rurales

baldíos en primavera

19 julio 2021

19 de julio

«Somos gente ignorante y lo que decimos no nos lo hemos inventado; nos limitamos a repetir lo que hemos oído». La muchedumbre no tardó en dispersarse, pues en ese momento sonó el timbre. La escena se me antoja curiosa porque sucedió el 19 de julio, a eso de las cinco de la tarde. La víspera, el 18, se produjo la batalla de Plevna. ¿Cómo podía alguien, y mucho menos en medio de un viaje en tren, haber recibido ya un telegrama? Desde luego, se trata de una mera coincidencia. No creo, de todos modos, que ese muchacho fuera el difusor e inventor de ese rumor falso; lo más probable es que se lo oyera a alguna otra persona. No hay que olvidar que los fabricantes de rumores falsos, y naturalmente de rumores malintencionados referentes a derrotas y desgracias, se han multiplicado en Rusia este verano y que, sin duda, perseguían fines muy distintos que la simple propalación de infundios.Dado el apasionado espíritu patriótico del pueblo en esta guerra; dada la conciencia del significado y los objetivos de esta guerra, de la que nuestro pueblo ha dado muestras desde el año pasado; dada la fervorosa y devota fe del pueblo en su zar… todos esos retrasos y esos secretismos en torno a las noticias que llegan del teatro de las operaciones no sólo no son beneficiosos, sino claramente perjudiciales. Desde luego, nadie puede exigir ni desear que se hagan públicos los planes estratégicos, los efectivos con que cuentan las tropas antes de entrar en combate, los secretos militares y demás, pero hay noticias que aparecen antes en los periódicos de Viena que en los nuestros; esas informaciones, al menos, deberían saberse antes aquí.

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camino rural entre retamas en flor

18 julio 2021

18 de julio

Salieron a la calle negra, inhóspita y vacía. Daniel les acompañó un buen trecho y luego se separaron, quedando para verse al día siguiente. Al día siguiente estalló lo de Argelia.
Camiones militares en las calles. Alambradas ante el Quai d’Orsay, gritos por los Campos Elíseos y el helicóptero de la policía retumbando sobre los tejados. Todo el mundo pendiente de la prensa, de Córcega, del partido que tomaría el Ejército, del general De Gaulle. Los españoles traían el recuerdo del 18 de Julio, pero los amigos franceses aseguraban que el Ejército no se levantaría. Los del café hervían iracundos contra los paracaidistas, y en el Barrio Latino se iniciaban gestiones para una manifestación que nunca llegaba a organizarse.
Por fin, De Gaulle habló. La tarde de su esperada conferencia pilló a Pedro fuera del barrio, con Daniel, y no pudo volver a casa porque el centro estaba acordonado, casi en pie de guerra, y esta vez, además del helicóptero, una segunda avioneta sobrevolaba la ciudad a la caza de posibles manifestantes. Todos escuchaban, los soldados, junto a los aparatos de transmisiones, y la gente en casa o en los bares. Por media hora, la ciudad quedó inmóvil. Luego vino el lento éxodo de los que vivían en las afueras, porque los Sindicatos de transportes habían declarado la huelga y el Metro no funcionaba.
—No ha dicho mucho —comentaba Pedro, camino del hotel.

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 las retamas en flor

17 julio 2021

17 de julio

Durante dos años se «substanció» el proceso en los sótanos del Aposento de la Verdad, que Wisner más cautamente denomina Cuarto de la Justicia. Los verdugos guaykurúes de Bejarano y Patiño tuvieron bastante trabajo en esta laboriosa encuesta. Al fin las confesiones arrancadas a punta de los látigos «colas-de-lagarto» no dejaron un solo resquicio de duda. El 17 de julio de 1821 fueron ejecutados los sesenta y ocho reos acusados de alta traición en la conjura, tras la cual El Supremo Dictador condujo hasta su muerte la nave del Estado sin ulteriores complicaciones. En alguno de sus apuntes se lee esta apacible reflexión: «Los problemas de meteorología política fueron resueltos de una vez para siempre en menos de una semana por los pelotones de ejecución». (N. del C.)«El mayor placer del Dictador era hablar de su Ministerio de la Guerra. Una vez entró el armero con tres o cuatro mosquetes reparados. El Gran Hombre los llevó uno por uno al hombro y apuntando hacia mí, como para hacer fuego, apretó el gatillo varias veces sacando chispas al pedernal. Encantado, riendo a carcajadas me preguntó: —¿Qué creyó usted, Mister Robertson? ¡No iba a disparar sobre un amigo! ¡Mis mosquetes llevarán una bala al corazón de mis enemigos!

Rurales

campo de cereal

16 julio 2021

16 de julio

Así pues, se casaron a principios del mes de junio, con la mayor simplicidad posible, pues, entre tanto, no habían dejado de degradarse sus condiciones materiales: la comida de boda, con los dos padrinos como únicos invitados, tuvo por marco un self-service de los Grandes Bulevares, y usaron anillos de latón como alianzas.La preparación de la gran reunión del segundo jueves de junio tuvo a Réol demasiado ocupado para que se pudiera dedicar a reunir los numerosos documentos que debían figurar en su expediente de solicitud de ayuda social. Este no quedó completo hasta el miércoles 7 de julio. Y desde el viernes 16 de julio hasta el lunes 16 de agosto a las ocho cuarenta y cinco, la CATMA estuvo cerrada sin que hubiera decidido nada al respecto.

Historias de la medianoche

historias de la media noche

15 julio 2021

15 de julio

—Hay algo más serio —dijo el secretario—. Dos aviadores fascistas italianos han caído en nuestro campo al sur de Toledo. Uno está muerto, el otro está allí. La Oficina de Información Militar pide que usted examine los documentos.Scali, molesto, hojeó con su corto dedo meñique cartas, tarjetas, fotos, recibos, carnets de sociedades, encontrados en la cartera —y los mapas encontrados en la carlinga—. Era la primera vez que Scali entraba en la intimidad de un italiano enemigo, y ese italiano era un muerto.
Una tarjeta lo intrigó.
Era alargada como una tarjeta de aviación doblada; sin duda, la habían pegado a la del piloto. Parecía que hubiera servido de carnet de vuelo. Dos columnas: De… a…, y las fechas. El 15 de julio (por lo tanto, antes del levantamiento de Franco): La Spezia; después Melilla, el 18, el 19, el 20; después Sevilla, Salamanca. Al margen, los objetivos: bombardeo, observación, acompañamiento, protección… En fin, la víspera: de Segovia a… La muerte estaba en blanco.

Historias de la medianoche

historias de la medianoche

14 julio 2021

14 de julio

De igual modo, un «primitivo» podría decirse: soy tal como soy hoy porque una serie de acontecimientos tuvieron lugar antes de mí. Tan sólo debería añadir, acto seguido: esos acontecimientos sucedieron en los tiempos míticos, y, por consiguiente, constituyen una historia sagrada, porque los personajes del drama no son humanos, sino Seres Sobrenaturales. Y aún más: mientras que un hombre moderno, a pesar de considerarse el resultado del curso de la Historia universal, no se siente obligado a conocerla en su totalidad, el hombre de las sociedades arcaicas no sólo está obligado a rememorar la historia mítica de su tribu, sino que reactualiza periódicamente una gran parte de ella. Es aquí donde se nota la diferencia más importante entre el hombre de las sociedades arcaicas y el hombre moderno: la irreversibilidad de los acontecimientos, que, para este último, es la nota característica de la Historia, no constituye una evidencia para el primero.

Camino rural entre retamas en flor

 camino rural entre retamas en flor

13 julio 2021

13 de julio

Hay gente que gusta de «sacar la bandera roja a la planta baja y luego ir arriba para ver el efecto que hace», esto decía de sí mismo Edward Carpenter: Carpenter plantaba la bandera en la planta baja y después tomaba el ascensor para ir a la terraza: las estrellas, la armonía, el espíritu, no creo que la bandera roja le hiciera tanto efecto.

Con estas páginas no pretendo poner una bandera roja en la planta baja, no sabría gozar de su efecto desde la terraza, ni siquiera desde el suelo podría saludarla con fe. Creo en la razón humana, y en la libertad y la justicia que derivan de la razón; pero me parece que en Italia basta con atreverse a hablar el lenguaje de la razón para ser acusado de izar la bandera roja en la ventana. As you like. En las páginas que siguen recuerdo la dura señoría de los del Carreto sobre un pobre pueblo de Sicilia, pero ahora vale la pena recordar a ese homónimo ministro de la policía que metió en las prisiones del Reino de las Dos Sicilias a los hombres que entonces hablaban el lenguaje de la razón; parece que el ministro del Carreto esté destinado a pasar a la historia de Italia como un fantasma familiar; decimos Mazzini, Garibaldi, Pisacane, Risorgimento, Resistencia, República, mientras la sombra del ministro del Carreto se agita como un espectro familiar en un castillo de Escocia.

Antirrhinum charidemi, dragoncillos

Antirrhinum charidemi, dragoncillos

Historias de la medianoche

historias de la medianoche

12 julio 2021

12 de julio

A la caída de la tarde de aquel día —debía ser el 11 o 12 de julio de 1921—, los cornetines tocaron llamada general y todos los jefes de todas las unidades se fueron reuniendo ante la puerta de la tienda del comandante general. Antes del amanecer emprendíamos la marcha hacia Tetuán, con la excepción de una guarnición reducida que se quedó en Xauen.

Los kilómetros se fueron sucediendo uno a otro. La marcha continua y el sol de julio apagaba nuestra sed de noticias y de comentarios. A mediodía, el alto por el cual todos suspirábamos no llegó; seguimos sin descanso en una marcha forzada. Algunos de los hombres no podían más y comenzaban a quedarse rezagados. Cuando el primero de nuestra compañía cayó, el capitán me dio una orden seca:

—Si no puede seguir, que se quede y se las arregle como pueda.

A las diez de la noche entrábamos en Tetuán. Caíamos dormidos sobre las losas de piedra del cuartel, sin tiempo ni aun para quitarnos el correaje. Al amanecer marchábamos a Ceuta; allí, sin descanso, a bordo de un barco. En Ceuta supimos lo que pasaba: los moros habían matado a toda la guarnición de Melilla y estaban a las puertas de la ciudad.

Historias de la medianoche

historias de la medianoche

11 julio 2021

11 de julio

Berkeley, 11 de julio de 1994

Juan Manuel Carpio, mi querido hermano,
Con lo ciegos que somos, parece que nos cuesta aun más ser vistos que ver. A veces pensamos que alguien nos vio y nos quiso como somos —lindos y queriéndonos en la más estricta realidad—. Pero de pronto resulta que no. Para peor, la presencia de uno como que no ayuda. Por lo menos a mí siempre me han querido más a distancia. ¿Será que somos torpes de solemnidad?
Porque fíjate tú. Tú siempre me has escrito bellas cartas de amor y alegría, pero después nuestro impuntualísimo Estimated time of arrival ha hecho el resto. Bob Bien no cesa de enviarme faxes llenos del más puro y sincero cariño. Y no te rías, por favor. Él es lacónico y su estilo es el fax. Aun cuando nos alumbra la misma velita de amor casero y bajo el mismo techo, o sea muy de vez en cuando, porque su empresa siempre lo manda a quererme desde la Patagonia o Australia.
Tendré que viajar a San Salvador de nuevo a fin de mes, y me quedaré varias semanas. Con la muerte de mi mamá, ya no tiene mucho sentido mantener mi casita de allá y voy a tratar de venderla. Con esta casa como nueva, la de San Salvador, y los «fuertes ingresos» de que habla nuestro agente, ¿por qué no soñar con una mudanza más y un lugar al que la Mariana y Rodrigo vuelvan felices cada vez que tienen un buen asueto en la universidad?

Historias de la medianoche

 historias de la medianoche

10 julio 2021

10 de julio

10 de julio

Desde hace una semana no ha habido novedades. La persiana metálica permanece bajada todo el día, excepto un par de horas por las mañanas para que el piso se ventile o pasee un poco el perro por el balcón. La chica está sola y, por lo que he podido apreciar, no recibe visitas ni sale a la calle con excesiva frecuencia. Mi vecino de arriba ha dejado de fumar o de asomarse a la ventana, ya nada de lo que ocurre en el exterior tiene interés suficiente para aliviar mi tedio. En el semáforo de la esquina un taxi ha chocado con un coche blanco y yo he vuelto a escribir a Laura: le digo que no hago más que acordarme de ella y que no se puede imaginar cuánto me alegraría una visita suya de vez en cuando. En mis cartas anteriores sólo se lo insinuaba; en algunos borradores de ésta se lo he declarado tan abiertamente que yo mismo me he avergonzado y he terminado por tirarlos a la papelera. Cuando he entregado la carta al chico de la Benéfica para que la llevara a Correos, he fingido haberme olvidado de darle el dinero de los sellos.

Ignacio Martínez de Pisón
Alguien te observa en secreto

En Alguien te observa en secreto, perversidad e imaginación convergen en la transfiguración de lo cotidiano, gracias a la asombrosa capacidad narrativa de un jovencísimo autor, que con estos relatos confirma que es un escritor nato.

Las situaciones aparentemente más normales adquieren un carácter irreal que las convierte en experiencias ambiguas, sobrecogedoras y susceptibles de interpretaciones diversas, e incluso opuestas. A ello no es ajena la intención del narrador, que se permite desfigurar y aun falsear taimadamente sus informaciones.

Por estas historias transitan unos personajes a los que Ignacio Martínez de Pisón sorprende en el momento mismo en que, forzados por las circunstancias, revelan su vocación de dominantes o dominados, enzarzados en las relaciones de poder que se establecen entre ellos. Así, la crueldad y la vejación pueden ejercerse como si de un malévolo arte se tratase («El filo de unos ojos»); la pasividad del voyeur sirve para ocultar oscuros instintos que nunca llegan a ser desvelados por completo («Alusión al tiempo»); la insumisión y la neurosis pueden conducir tanto a la enajenación y el crimen («Alguien te observa en secreto») como a la resignación («Otra vez la noche»).

Gato

 Animales protagonistas

Animales, protagonistas literarios
Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre. No sé dónde nací. Lo primero que recuerdo es que estaba en un lugar umbrío y húmedo, donde me pasaba el día maullando sin parar. Fue en ese oscuro lugar donde por primera vez tuve ocasión de poner mis ojos sobre un espécimen de la raza humana. Según pude saber más tarde, se trataba de un ejemplar de lo más perverso, un shoshei, uno de esos estudiantes que suelen realizar pequeñas tareas en las casas a cambio de comida y de alojamiento. En algún sitio he escuchado incluso que, en ocasiones, esos crueles individuos nos dan caza y nos guisan, y luego se nos zampan. Aunque he de decir que, debido quizás a mi ignorancia y a mi poca edad, no sentí nada de miedo cuando lo vi. Simplemente noté que el shoshei en cuestión me levantaba por los aires en la palma de su mano, y que yo me sentía flotar. Una vez me acostumbré a esta novedosa perspectiva, tuve ocasión de estudiar tranquilamente su rostro. El sentimiento de extrañeza todavía permanece en mí hoy en día. En primer lugar hablaré de su cara: por lo que yo sabía, las caras de todo bicho viviente suelen estar cubiertas de pelo. Sin embargo, la suya estaba lisa y pulida como la superficie de una tetera. He conocido a lo largo de mi vida a muchos gatos, de orígenes diferentes, pero ninguno tenía una deformidad como la de ese tipo.
Natsume Söseki - Soy un gato

09 julio 2021

9 de julio

9 de julio de 1791, en el jardín. Hay quienes llegan a una idea y quienes dan con ella (también quienes se tropiezan), quienes caen y quienes decaen en la cuenta (y aun quienes recaen). No se dice “voy a una idea”. Esto sería vía regia

Georg Christoph Lichtenberg
Aforismos

Georg Christoph Lichtenberg, protestante ateo, racionalista subjetivo e indomable moderado, Lichtenberg es una de las figuras más interesantes de la Ilustración alemana. Su confianza en el futuro y en los poderes de la razón lo llevó a anotar toda suerte de reflexiones personales sin buscar imponerlas a la posteridad. Sus aforismos carecen del carácter cerrado del género; por el contrario, son indagaciones sobre el discurso propio; no son verdades absolutas sino cuestionamientos sobre la verdad, chispas de ingenio poético y ascensos al paraíso infernal de la ironía; todas estas características convierten a Lichtenberg en un excepcional profeta de nuestra modernidad.

Historias de la medianoche en adelante

historias de la medianoche

08 julio 2021

8 de julio

En la noche del 3 de junio de 1769 se hicieron preparativos para ver el tránsito de Venus. El planeta apareció a la hora prevista. En cambio, el 8 de julio la princesa de Prusia debía pasar por Gotinga y fue esperada en vano hasta las 12 de la noche. Llegó el 9 a las 10 de la mañana.

Georg Christoph Lichtenberg
Aforismos

Georg Christoph Lichtenberg, protestante ateo, racionalista subjetivo e indomable moderado, Lichtenberg es una de las figuras más interesantes de la Ilustración alemana. Su confianza en el futuro y en los poderes de la razón lo llevó a anotar toda suerte de reflexiones personales sin buscar imponerlas a la posteridad. Sus aforismos carecen del carácter cerrado del género; por el contrario, son indagaciones sobre el discurso propio; no son verdades absolutas sino cuestionamientos sobre la verdad, chispas de ingenio poético y ascensos al paraíso infernal de la ironía; todas estas características convierten a Lichtenberg en un excepcional profeta de nuestra modernidad.

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07 julio 2021

7 de julio

Filimario lucha tenazmente y está a punto de ceder. Ketty vigila. Una fuga escabrosa. Clotilde estaba ahí. 7 de julio de 1885.A la mañana siguiente, los tres caballeros fueron llevados a presencia del señor digno que estaba sentado detrás del escritorio, teniendo a su lado al jefe.
—¿Están ustedes dispuestos a confesar su verdadera identidad, que no es ciertamente la que resulta de sus papeles, y todo lo que se refiere a este asunto del opio y las patatas, o prefieren ustedes hacerlo después de un interrogatorio de tercer grado? —se informó el señor digno.
—Perdone si le contesto con una pregunta— dijo Filimario—. ¿Le es posible a usted, en el interés de la Justicia, oír a nuestro cónsul, barón Nederlet? El podrá esclarecer perfectamente la cuestión de nuestra verdadera identidad.
Mientras un agente salía en dirección al consulado, Filimario explicó brevemente que él y sus dos compañeros (después de haber desembarcado en un bote en la isla de Bess por haberle sido al yate imposible atracar) habían sido capturados por una banda de maleantes.
—El señor Troll, nuestro conciudadano y amigo— concluyó Filimario, evitando con cuidado el citar el maldito nombre de Clotilde—, había puesto a nuestra disposición su casa de la isla de Bess. Pero alguien la había ocupado antes que nosotros.
El jefe se echó a reír divertido.
En los treinta años que trato con maleantes —exclamó— no había oído nunca una historia tan simple e inocente.
—Lo creo —admitió Filimario—. Yo, en cambio, que trato desde hace treinta y tres años con caballeros, las he oído a millares.
Un agente advirtió que el cónsul, barón Nederlet, estaba en la antesala. El insigne personaje fue introducido inmediatamente, y en cuanto divisó a Filimario, abrió los brazos.

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06 julio 2021

6 de julio

Ailly y los demás jueces, después de tan largas controversias, se apartaron tristemente del acusado, presintiendo cuál iba a ser su fin. Como Segismundo le había concedido un salvoconducto, resultaba vergonzoso para él que este hombre venido a Constanza bajo su protección fuese ejecutado. Para evitarse tal vileza, hizo que varios señores checos visitasen a maestro Juan en su prisión, pidiéndole que abjurase. Uno de ellos, para convencerlo, dijo que no debía creerse él solo más sabio que todo el Concilio; a lo que repuso el predicador: «Si el último de sus miembros me opone textos mejores que los míos me retractaré inmediatamente».

Al celebrarse, el 6 de julio, la decimoquinta sesión del Concilio, Juan Huss fue conducido entre soldados a la catedral de Constanza. Segismundo, que había suscrito un documento garantizando la seguridad de su persona, ocupaba un trono rodeado de los dignatarios de su Corte. La muchedumbre llenó el resto del templo. En mitad de éste había una tarima, y sobre ella, una mesa con los ornamentos sacerdotales preparados para la ceremonia de la degradación.

Historietas reunidas

Historietas reunidas

05 julio 2021

5 de Julio

5 de Julio. Durante la comida la Cloti me ha pedido permiso para salir esta noche de paseo con su novio.

—¡Ah!, ¿tiene usted novio? —le he dicho yo, por decir algo.

—¿No lo sabía usted?

—No.

—Yo creí que lo sabía usted —ha dicho ella como un poco desencantada. Aunque sin comprender la razón me ha dolido su desencanto y he querido endulzarlo.

—¡Pero, mujer, si usted no me lo ha dicho nunca!

—Claro, claro, pero yo creí que el señorito sabía.

—El señorito no sabía nada, pero ahora que sabe, le concede el permiso, la felicita a usted y le desea que sea para bien.

Ha salido a llevarse un plato, ha vuelto con otro y otra vez se ha detenido junto a la mesa.

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04 julio 2021

4 de julio

En el año de nuestro Señor de 1804, en una tarde agradable del suave mes de octubre, salí a dar mi habitual paseo por The Battery, que es a un tiempo orgullo y baluarte de esta antigua e inexpugnable ciudad de Nueva York. Recuerdo bien aquellos días, pues precedieron a ese invierno extraordinariamente frío en el que nuestro sagaz Ayuntamiento, en un brote de filantropía económica, hizo pedazos, gastando para ello varios cientos de dólares, las murallas de madera que le habían costado varios miles, para distribuir los fragmentos podridos, cuyo valor era considerablemente inferior a nada, entre los temblorosos pobres de la ciudad. Jamás, desde la caída de las murallas de Jericó o de las almenas de construcción divina de Troya, ha asistido el mundo a tal demolición, la cual no quedó sin castigo: cinco hombres, once ancianas y diecinueve niños, además de gatos, perros y negros, quedaron ciegos en el intento vano de ahumarse para entrar en calor, gracias a este caritativo sustituto de la leña que produjo también una epidemia de ojos llorosos que se repite desde entonces todos los inviernos particularmente entre quienes se lanzan a quemar maderos podridos, se calientan con la caridad de otros o utilizan chimeneas modernas.

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03 julio 2021

3 de julio

Abraham Lincoln tuvo una suerte distinta, porque su caso quedó sólo en tentativa de rapto. Decimosexto presidente de Estados Unidos —dieciseisavo, según algún kamikaze del lenguaje—, Lincoln merece historia al margen, porque ha sido movido diecisiete veces de sitio. Siempre dentro del mismo cementerio de Oak Ridge, en Springfield (Illinois), lo cual convierte al mandatario en el mayor conocedor de aquel recinto. Uno de aquellos ajetreos se produjo a raíz de un intento de secuestro por parte de otro grupo de chapuzas. El primer plan, porque hubo dos, estaba preparado para llevarse a cabo el 3 de julio de 1874, víspera del Día de la Independencia, cuando los estadounidenses están distraídos dando los últimos toques a majorettes y carrozas. El cerebro de la operación era Big Jim Kinelly, un mafioso especializado en la falsificación de papel moneda y sumamente cabreado porque habían encarcelado a Benjamin Boyd, un compinche imprescindible para llevar a término la imitación de los dólares. Big Jim improvisó una banda para secuestrar los restos de Lincoln y exigir como canje la libertad de Boyd. De paso pidió 200.000 dólares en efectivo. A ser posible de curso legal.
Uno de los integrantes de la banda, alias El Bocazas, cometió la insensatez de contar a una prostituta amiga los planes de secuestro, olvidando que las putas son putas pero, a veces, muy patriotas. La ramera trasladó tal revelación a la policía de Illinois y el plan quedó desbaratado.

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02 julio 2021

2 de julio

2 de julio

La excursión a Aigua Xellida me ha hecho pensar en Begur. Es un pueblo que me gusta. Desde el punto de vista popular, Begur es la quintaesencia de Palafrugell, la realización completa de Palafrugell —un pueblo de gente libre, desorganizada y primigenia. Uno de los personajes del pueblo es mi viejo amigo Brincs. Su historia es muy sencilla.

Pere Brincs llega a la barraca de la viña con el sol alto. Abre la puerta de par en par y, mientras cuelga el zurrón de un clavo y deja el bastón detrás de la puerta, bate palmas.

Salen cuatro gallinas alborotadas, hay un gran batiburrillo de alas ante el sol, una pelusa de pluma se le queda colgada del bigote.

—Pitas, pitas, pitas…

Pere Brincs tiene cuatro gallinas en la viña por aquello de darle color.

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01 julio 2021

1 de julio

Encendí las luces, saqué mi agenda negra y anoté algunas observaciones acerca de las personas.

»El Colt 45 que le quité a Nick Chalmers fue comprado en septiembre de 1941 por Samuel Rawlinson, presidente del Banco Occidental de Pasadena. Alrededor del 1 de julio de 1945 se lo dio a su hija Louise Swain. Su esposo Eldon, cajero del banco, acababa de cometer un desfalco de más de medio millón, y arruinó el banco. Huyó presuntamente a México, con Rita Shepherd, hija del ama de llaves de Rawlinson (y durante una época fue la «mejor amiga» de su propia hija, Jean).

»Eldon Swain apareció en casa de su mujer en 1954 y le quitó el revólver Colt. ¿Cómo pasó de manos de Swain a las de Nick Chalmers? ¿Vía Sidney Harrow, o a través de otras personas?

»P. D. San Diego: Harrow vivió allí, ídem la hija de Swain, Jean y su marido, George Trask, ídem el ex marido de la señora Shepherd.

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21 de noviembre

  El   21 de noviembre   de 1975, Buenos Aires empezó siendo una mañana fría, soleada, menos húmeda que de costumbre. Como todos los viernes...