Al conde Wiser, Bad Eilsen
24 de julio de 1937
Cuando un chino desea dirigirse a un interlocutor de una manera que sus palabras expresen a la vez simpatía y estimación, ternura y respeto, le dice «mi hermano mayor».
Este es el tratamiento que quisiera darle en este día, siempre y cuando no lo considere una impertinencia. Una salud tolerable con pocos trastornos, vigor y entusiasmo para el trabajo y en el corazón la serenidad con la que una persona que siempre ha estado empeñada en aspirar a la perfección puede contemplar el curso del mundo al llegar a su vejez. Yo creo que no sólo debe contemplar con esta serenidad el curso del mundo, sino también el más allá y las diversas concepciones e ideas sobre la materia. Yo no creo que vayamos a perdernos en la nada. Del mismo modo creo que nuestros esfuerzos y zozobras por aquello que nos pareció bueno y justo no fueron en vano. Puedo imaginar por cierto muchas cosas acerca de las formas en que el todo nos anima y conserva partes, pero no admitir una opinión sustentada de manera dogmática. La fe es confianza, no ansias de saber.
Le saluda cordialmente y le desea todo lo mejor, su agradecido amigo H. H.
Le ruego transmitir mis saludos a su apreciada esposa.
Hermann Hesse
Cartas escogidas