5 de Julio. Durante la comida la Cloti me ha pedido permiso para salir esta noche de paseo con su novio.
—¡Ah!, ¿tiene usted novio? —le he dicho yo, por decir algo.
—¿No lo sabía usted?
—No.
—Yo creí que lo sabía usted —ha dicho ella como un poco desencantada. Aunque sin comprender la razón me ha dolido su desencanto y he querido endulzarlo.
—¡Pero, mujer, si usted no me lo ha dicho nunca!
—Claro, claro, pero yo creí que el señorito sabía.
—El señorito no sabía nada, pero ahora que sabe, le concede el permiso, la felicita a usted y le desea que sea para bien.
Ha salido a llevarse un plato, ha vuelto con otro y otra vez se ha detenido junto a la mesa.