13 julio 2021

13 de julio

Hay gente que gusta de «sacar la bandera roja a la planta baja y luego ir arriba para ver el efecto que hace», esto decía de sí mismo Edward Carpenter: Carpenter plantaba la bandera en la planta baja y después tomaba el ascensor para ir a la terraza: las estrellas, la armonía, el espíritu, no creo que la bandera roja le hiciera tanto efecto.

Con estas páginas no pretendo poner una bandera roja en la planta baja, no sabría gozar de su efecto desde la terraza, ni siquiera desde el suelo podría saludarla con fe. Creo en la razón humana, y en la libertad y la justicia que derivan de la razón; pero me parece que en Italia basta con atreverse a hablar el lenguaje de la razón para ser acusado de izar la bandera roja en la ventana. As you like. En las páginas que siguen recuerdo la dura señoría de los del Carreto sobre un pobre pueblo de Sicilia, pero ahora vale la pena recordar a ese homónimo ministro de la policía que metió en las prisiones del Reino de las Dos Sicilias a los hombres que entonces hablaban el lenguaje de la razón; parece que el ministro del Carreto esté destinado a pasar a la historia de Italia como un fantasma familiar; decimos Mazzini, Garibaldi, Pisacane, Risorgimento, Resistencia, República, mientras la sombra del ministro del Carreto se agita como un espectro familiar en un castillo de Escocia.

Antirrhinum charidemi, dragoncillos

Antirrhinum charidemi, dragoncillos

Historias de la medianoche

historias de la medianoche

12 julio 2021

12 de julio

A la caída de la tarde de aquel día —debía ser el 11 o 12 de julio de 1921—, los cornetines tocaron llamada general y todos los jefes de todas las unidades se fueron reuniendo ante la puerta de la tienda del comandante general. Antes del amanecer emprendíamos la marcha hacia Tetuán, con la excepción de una guarnición reducida que se quedó en Xauen.

Los kilómetros se fueron sucediendo uno a otro. La marcha continua y el sol de julio apagaba nuestra sed de noticias y de comentarios. A mediodía, el alto por el cual todos suspirábamos no llegó; seguimos sin descanso en una marcha forzada. Algunos de los hombres no podían más y comenzaban a quedarse rezagados. Cuando el primero de nuestra compañía cayó, el capitán me dio una orden seca:

—Si no puede seguir, que se quede y se las arregle como pueda.

A las diez de la noche entrábamos en Tetuán. Caíamos dormidos sobre las losas de piedra del cuartel, sin tiempo ni aun para quitarnos el correaje. Al amanecer marchábamos a Ceuta; allí, sin descanso, a bordo de un barco. En Ceuta supimos lo que pasaba: los moros habían matado a toda la guarnición de Melilla y estaban a las puertas de la ciudad.

Historias de la medianoche

historias de la medianoche

11 julio 2021

11 de julio

Berkeley, 11 de julio de 1994

Juan Manuel Carpio, mi querido hermano,
Con lo ciegos que somos, parece que nos cuesta aun más ser vistos que ver. A veces pensamos que alguien nos vio y nos quiso como somos —lindos y queriéndonos en la más estricta realidad—. Pero de pronto resulta que no. Para peor, la presencia de uno como que no ayuda. Por lo menos a mí siempre me han querido más a distancia. ¿Será que somos torpes de solemnidad?
Porque fíjate tú. Tú siempre me has escrito bellas cartas de amor y alegría, pero después nuestro impuntualísimo Estimated time of arrival ha hecho el resto. Bob Bien no cesa de enviarme faxes llenos del más puro y sincero cariño. Y no te rías, por favor. Él es lacónico y su estilo es el fax. Aun cuando nos alumbra la misma velita de amor casero y bajo el mismo techo, o sea muy de vez en cuando, porque su empresa siempre lo manda a quererme desde la Patagonia o Australia.
Tendré que viajar a San Salvador de nuevo a fin de mes, y me quedaré varias semanas. Con la muerte de mi mamá, ya no tiene mucho sentido mantener mi casita de allá y voy a tratar de venderla. Con esta casa como nueva, la de San Salvador, y los «fuertes ingresos» de que habla nuestro agente, ¿por qué no soñar con una mudanza más y un lugar al que la Mariana y Rodrigo vuelvan felices cada vez que tienen un buen asueto en la universidad?

Enriketa ve un fantasma