EL ANUNCIO DE LAS FIESTAS DE PRIMAVERA
LAS FIESTAS DEL RAMO
Los árboles, las plantas, las flores, los vegetales, en general, son especialmente venerados, exaltados, en esta época del año, y en las secas tierras de Castilla, en los rojizos pueblos de Aragón, donde la tierra aparece casi pelada, parece como si se renovara entonces el recuerdo de las épocas remotas, en que, donde ahora hay páramos había bosques y matorrales.
Independientemente de las fiestas que luego voy a describir, existen otras que no muestran su verdadero carácter, sino muy atenuado, que no pueden ser, sin embargo, más significativas.
Por ejemplo, la «fiesta del ramo» que hacen los labradores de Extremadura y Salamanca.
En Baños de Montemayor, al concluirse el laboreo de las viñas en la primavera, los gañanes reunidos en patrullas, según a qué propietario servían, el último día de trabajo especialmente, y al crepúsculo vespertino, iban con uno de ellos a la cabeza que llevaba, a modo de estandarte, un ramo florido de cualquier árbol: los demás detrás con su azada al hombro, cantando a coro canciones pausadas, lentas y tristes, que hacían retumbar las serranías.
Las coplas aludían a las faenas terminadas y al amo de las viñas y su familia:
Se han cavado las viñas
«sin echar mantas»,
porqu'el amo y el ama
no las aguantan.
A las coplas seguía el clásico grito campesino: «Iiiijú». Desde esta fecha de cavar las viñas hasta el otoño, hasta cuando la hoja cae de los árboles y las ramas parecen brazos de viejas brujas o espíritus maléficos secos y denegridos, los ramos, los árboles, se mezclan constantemente con las fiestas, es decir, no hay casi ninguna festividad en la que no aparezcan y en la que no lleven su significación misteriosa. «El ramo» entra en la fiesta de los viñadores, «el ramo» entra en la fiesta de los mozos que van a cantar a las ventanas de sus novias, «el ramo» entra en la fiesta de los pueblos en honor de la patrona y cada fiesta de éstas tiene su canción especial que se llama, asimismo, «el ramo».
La víspera de las bodas también en algunos pueblos de Salamanca se cantan ante las casas de los padrinos y novia unas serenatas especiales que se llaman «alboradas» y otras que se llaman «el ramo», porque los cantores van «precedidos de un largo mástil adornado con cintas de colores vivos» que se coloca ante la casa de la novia. En Ciudad Rodrigo se recogió un «ramo», es decir, una canción de éstas, que exclusivamente era propia de mujeres.
Más adelante se verá la relación del árbol en general con las costumbres nupciales. Basten aquí estas indicaciones.
Los vestigios o más que vestigios de dendrolatría son abundantes en nuestro país: en las fiestas de mayo y de San Juan los estudiaremos con detenimiento; al reunir los materiales para hacer tal estudio pensamos con algo de nostalgia en la época en que la península era más abundante en vegetación, en que no era la meseta prototipo de tierras desnudas.
LA ESTACIÓN DEL AMOR. Fiestas populares de mayo a san Juan.
Julio Caro Baroja
Julio Caro Baroja (1914-1995) fue un antropólogo, historiador, lingüista y ensayista español. Es considerado como el iniciador en España del llamado enfoque histórico-cultural. Nació el 13 de noviembre de 1914 en Madrid y era sobrino del escritor Pío Baroja. Su extensa producción abarca 48 libros publicados, cientos de artículos y varias colecciones de ensayos
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