EL ANUNCIO DE LAS FIESTAS DE PRIMAVERA
LAS FIESTAS DEL RAMO
Los árboles, las plantas, las flores, los vegetales, en general, son especialmente venerados, exaltados, en esta época del año, y en las secas tierras de Castilla, en los rojizos pueblos de Aragón, donde la tierra aparece casi pelada, parece como si se renovara entonces el recuerdo de las épocas remotas, en que, donde ahora hay páramos había bosques y matorrales.
Independientemente de las fiestas que luego voy a describir, existen otras que no muestran su verdadero carácter, sino muy atenuado, que no pueden ser, sin embargo, más significativas.
Por ejemplo, la «fiesta del ramo» que hacen los labradores de Extremadura y Salamanca.
En Baños de Montemayor, al concluirse el laboreo de las viñas en la primavera, los gañanes reunidos en patrullas, según a qué propietario servían, el último día de trabajo especialmente, y al crepúsculo vespertino, iban con uno de ellos a la cabeza que llevaba, a modo de estandarte, un ramo florido de cualquier árbol: los demás detrás con su azada al hombro, cantando a coro canciones pausadas, lentas y tristes, que hacían retumbar las serranías.
Las coplas aludían a las faenas terminadas y al amo de las viñas y su familia:
Se han cavado las viñas
«sin echar mantas»,
porqu'el amo y el ama
no las aguantan.