La
humedad que deja la niebla en el tronco de los árboles, en la madera cortada
para la chimenea, y en el barro del ladrillo y de las tejas, es como un barniz
admirable mientras el sol se inclina, como lo hace en invierno, de un modo
amable y dulce, sin llamar la atención realmente. (p.12) LA LUZ DE UNA
CANDELA. José Jiménez Lozano (1989)
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