02 marzo 2021

2 de marzo

En 1912 ó 1913 conoció en Madrid a Zenobia Camprubí Aymar, hija de padre español (nacido en Pamplona) y madre puertorriqueña. Los padres de ella se conocieron en Puerto Rico, adonde don Raimundo Camprubí fue a trabajar como ingeniero en la construcción de la carretera de Coamo a Ponce; allí casaron y allí nació su primer hijo. 

Zenobia había nacido en Barcelona el 31 de agosto de 1887. Se parecía al abuelo materno norteamericano, y de él heredó los ojos azules, el cabello dorado y la tez blanca. Ella y Juan Ramón se hicieron novios en Madrid y se casaron, el 2 de marzo de 1916, en Nueva York, donde Juan Ramón marchó, siguiéndola, el mes anterior. El viaje y la boda influyeron en la gestación del Diario de un poeta recién casado, libro considerado como inicial de una segunda manera poética juanramoniana y el que más claramente marca el cambio con lo anterior suyo. 

Vivieron veinte años en Madrid, durante los cuales Zenobia demostró, en diversas actividades, excelentes aptitudes comerciales. Para Juan Ramón fueron tiempos de trabajo continuado, de soledad fecunda y convivencia necesaria. Escribió mucho: Piedra y cielo, Eternidades, Poesía, Belleza...; publicó en hojas sueltas, para reducido contingente de lectores fieles, parte importante de su obra: Unidad, Sucesión, Presente..., y dirigió o participó con intervención activa en la dirección de revistas -Índice, Ley, Sí...-, abriendo sus páginas a los jóvenes. Algunos de ellos publicaron sus primeras obras en la biblioteca de Índice, dirigida por el poeta. 

En estos años se constituyó en torno a Juan Ramón un fervoroso grupo de lectores. Entre ellos contaban en primer término los poetas del 25, entonces más vinculados al autor de Platero y yo que a cualquier otro de los maestros de la generación precedente. 

En cierto momento Juan Ramón sintió el hastío de su nombre, y hasta de sus iniciales; en torno a esta y otras cuestiones surgió un anecdotario poco significativo en relación con la importante obra que simultáneamente iba aquél produciendo. 

A finales de 1936 volvió a América. Primero vivió un tiempo en Puerto Rico y Cuba; después en Estados Unidos (Florida y Maryland), donde él y Zenobia se dedicaron con éxito a la enseñanza; Juan Ramón escribió obras que en parte permanecen inéditas: Espacio, Dios deseante y deseado, Los olmos de Riverdale... El viaje a la Argentina y Uruguay, en 1948, le proporcionó grandes alegrías y sobre todas la de sentirse reconocido y sostenido por una «inmensa minoría», por multitud de gentes lectoras y entusiastas de sus libros, que sabían de memoria sus poemas, y le recibieron y acompañaron con reiterado aplauso a lo largo de su jira. 

En 1951 dejaron Maryland para instalarse definitivamente en Puerto Rico. Vino luego la enfermedad de Zenobia, un cáncer de matriz del que fue operada en Boston en 1952. Poco más de tres años de respiro -siempre con la inquietud de una probable reactivación del tumor- y cuando, el 25 de octubre de 1956, llega a Santurce la noticia de la concesión del premio Nóbel al poeta, Zenobia está agonizante en la Clínica Mimiya. Todavía pudo enterarse y vivir un momento de alegría grande, sonriendo y diciendo con los ojos el júbilo que ya los labios no podían expresar. El 28 de octubre murió la admirable mujer, dejando al poeta en dramática soledad. 

Ricardo Gullón 
Estudios sobre Juan Ramón Jiménez 

Ricardo Gullón (1908-1991)

Con los libros

 Con los libros

01 marzo 2021

Primero de marzo

Y en ese momento -el jueves primero de marzo de 1821-dije adiós a Allegra. Los soldados habían estado disparando en la calle que daba la fachada de mi casa y había muertos en el jardín trasero. Decidí que sería una imprudencia mantener alojada a mi niñita en una casa que se había convertido en un arsenal. Siguiendo el consejo de Teresa, la envié a que la educaran en el convento de las capuchinas de San Giovanni, en Bagnacavallo. El colegio era nuevo (fundado en 1818) y costaba mucho (setenta scudi al año). Las monjas no eran diablos ni tampoco zopencos, ni eran crueles y rigoristas. Estaba convencido de que Allegra sería allí feliz y consideré que lo hacía por su bien. Las vitriólicas cartas con las protestas de Claire ni las tuve en cuenta.

ROBERT NYE
Las memorias de Lord Byron

Quemadas inmediatamente después de su muerte, las memorias del más enigmático de los poetas románticos ingleses son reconstruidas aquí tras años de investigaciones. Genial, libertino, doliente y, sobre todo, profundamente humano.

George Gordon Byron, sexto Barón de Byron ( Londres 22 de enero 1788 - Grecia 19 de abril de 1824) fue un poeta considerado uno de los escritores más versátiles e importantes del Romanticismo inglés. Adorado por pintores, seductor de mujeres, viajante, vividor, escritor precoz y con carisma, se involucró en revoluciones italianas y griegas y murió de malaria en la ciudad de Missolongi (Grecia).El 19 de abril de 1824 moría Lord Byron, un personalidad fuerte que supo luchar contra los complejos por su pequeña disminución física en un píe, poeta, romántico, maldito, blasfemo y extravagante, condenado al ostracismo (alejamiento de las sociedad por considerar al individuo peligroso), encarnó una vida prototipo de héroe romántico. Dos meses después una comisión integrada por su biógrafo, su albacea, su editor y los representantes de su mujer y de su hermana deciden destruir sus memorias. Con más de tres años de investigación Robert Nye recupera sus memorias dejando frases para la historia literaria: llega la Byronmania.

Calles de Villaviciosa. Ayuntamiento

Calles de Villaviciosa

28 febrero 2021

28 de febrero

Bajo el pretexto de que estaba fatigado, Dantés solicitó entonces sentarse al timón. El timonel, encantado de signo de compañero. que le relevaran de sus funciones, consultó al patrón con la vista y éste que podía entregar la barra al nuevo compañero.
Colocado así Dantés, pudo quedar mirando del lado de Marsella.
-En qué día del mes estamos? -preguntó Dantés a Jacobo, que había venido a sentarse cerca de él al perder de vista el castillo de If.
-Es el 28 de febrero —respondió el interpelado. -¿De qué año? —insistió Dantés.
-¡Cómo de qué año! ¿Lo pregunta usted en serio?
-Si —repuso el joven-, pregunto de qué año. -¿Ha olvidado usted el año en que estamos?
-¡Qué quiere usted! He tenido tal miedo la pasada noche -dijo riendo Dantés- que estoy como atontado y la memoria me flaquea mucho. Repito mi pregunta: ¿el 28 de febrero de qué año? 
-De 1829-  contestó Jacobo.
Eran, pues, catorce años, día por día, los que Dantés pasara en la prisión.

ALEJANDRO DUMAS,
El conde de Montecristo

El conde de Montecristo (en francés, Le comte de Monte-Cristo) es una novela de aventuras clásica de Alexandre Dumas (padre). Esta obra se suele considerar como el mejor trabajo de Dumas, y a menudo se incluye en las listas de las mejores novelas de todos los tiempos. El libro se terminó de escribir en 1844, y fue publicado en una serie de 18 entregas, como folletín, durante los dos años siguientes.
La historia tiene lugar en Francia, Italia y varias islas del Mediterráneo durante los hechos históricos de 1814-1838 (los Cien Días del gobierno de Napoleón I, el reinado de Luis XVIII de Francia, de Carlos X de Francia y el reinado de Luis Felipe I de Francia). Trata sobre todo temas asociados a la justicia, la venganza, la piedad y el perdón y está contada en el estilo de una historia de aventuras.
Dumas obtuvo la idea principal de una historia real que encontró en las memorias de un hombre llamado Jacques Peuchet. Peuchet contaba la historia de un zapatero llamado François Picaud que vivía en París en 1807. Picaud se comprometió con una mujer rica, pero cuatro amigos celosos le acusaron falsamente de ser un espía de Inglaterra. Fue encarcelado durante siete años. Durante su encarcelamiento, un compañero de prisión moribundo le legó un tesoro escondido en Milán. Cuando Picaud fue liberado en 1814, tomó posesión del tesoro, volvió bajo otro nombre a París y dedicó diez años a trazar su exitosa venganza contra sus antiguos amigos. (Wiki)

Calles de Villaviciosa

Calles de Villaviciosa

27 febrero 2021

27 de febrero

Gerónimo de Letona y las Mendozas, hijo de muy noble don Gonzalo de Letona y de dona María Visitación de las Mendozas, vio la primera luz en la ciudad de Granada en la medianoche del miércoles día 27 de febrero del año del nacimiento de Nuestro Señor Jesús de mil quinientos veinticuatro, festividad de san Baldomero y san Leandro. Su horóscopo, secretamente encargado por doña Visitación a un hidalgo castellano cultivaba saberes astrológicos burlando la vigilancia de la Santa Inquisición, no reveló buenos augurios, por lo que la prudente mujer, que cristianamente se arrepentía de sus creencias paganas cada vez que eran éstas inconvenientes a sus deseos, decidió olvidarlo y dar al niño cabal bautismo. Fue el arcipreste de la iglesia de la Resurrección, llamado Sebastián, quien puso con sus dedos el agua limpiadora de pecados en la lampiña nuca y en el cuello de Gerónimo. Después dijo una oración en la que exaltaba el desendemoniamiento que con la sanadora ablución había ejecutado.

Luis G. Martín
La dulce ira

La dulce ira se ocupa del rencor; y podría leerse como una apología de la venganza, o una defensa del acto extremo.
¿Tiene la vida situaciones en que las respuestas pacíficas, dialogantes, civilizadas, resultan inútiles? En esta novela, ambientada en el periodo de violencia que vivió la historia europea durante el siglo XVI, se sostiene que el asesinato es, para aquel que sufre, un acto moral más valioso que la resignación.
La violencia, sin embargo, no se manifiesta desde la brutalidad animal, sino desde su contrario humano, la inteligencia; y no es actitud primaria, sino acto de justicia. Como dice uno de los personajes de La dulce ira, si usa el culto su sabiduría y el hermoso su belleza, ¿qué mal hay en que el fuerte use la violencia?
Un libro inquietante.

Serie: azulejos