17 mayo 2021

17 de mayo

17 de mayo. — ¿Qué me importan ahora los ruidos del mundo y los ruidos del estudio? ¿Qué me importan ésos a los que la pereza y la languidez encorvan a mi lado? Esta mañana, todas las frentes, abotargadas por el sueño, estaban pegadas a las mesas; un ronquido, semejante al toque de clarín del juicio final, un ronquido sordo y lento se elevaba de este vasto Getsemaní. Yo, estoico, sereno, erguido, y alzándome por encima de todos aquellos muertos como una palmera por encima de las ruinas, despreciando los olores y los ruidos incongruos, apoyaba la cabeza en mi mano, escuchaba palpitar mi corazón lleno de Thimothina, ¡y mis ojos se hundían en el azul del cielo, entrevisto por el cristal superior de la ventana!…

Arthur Rimbaud
Un corazón bajo una sotana

Considerado en un principio como la «travesura» de un muchacho, Un corazón bajo una sotana es más bien un texto clave y de claves, cuyas sombras ayudan a la comprensión de buena parte de la obra más agresiva de Arthur Rimbaud, e incluso de su postura vital frente a la poesía y quizá de su abandono definitivo. Bajo la aparente chiquillada de alguien que se entretiene en los bancos del colegio garrapateando un relato sin mucho sentido, un análisis minucioso ha descubierto, más allá de su tufo anticlerical y obsceno, distintas capas de lectura que habían pasado desapercibidas en su momento y que lo convierten en el texto más complejo de Rimbaud.
El primer plano, con su tufo de anticlericalismo y obscenidad, describe una realidad cotidiana: un ambiente estudiantil con falta de higiene, lleno de jerga sexual. En un segundo plano, el joven Rimbaud somete los clichés del movimiento romántico a una lectura erótica que los mancilla con significaciones escatológicas y obscenas. Una tercera lectura tendría una clave histórica, en función de ciertas alusiones a miembros de la familia imperial.

Atrapamoscas

atrapamoscas

16 mayo 2021

16 de mayo

Mañana
Martes, 16 de mayo

Todo el cielo levemente cubierto, pero muy gris, imposible ver ni el sol ni la atmósfera.

Noche
Martes, 16 de mayo

Nubes aisladas, un frente bajo procedente del Sur se disuelve en la región superior. El cielo alternando con nubes y claros, pasadas las seis llovizna; luego, al ponerse el sol, nubes de lluvia gris púrpura por el Sudeste, entre las que de vez en cuando se veía el arcoíris.

Johann Wolfgang von Goethe
El juego de las nubes

El juego de las nubes recopila algunas de las anotaciones que Johann Wolfgang Goethe realizó a modo de diario sobre sus observaciones de nubes.
Como señala la traductora, Isabel Hernández, en su epílogo, «Es en 1815 cuando el autor alemán empezó a interesarse seriamente por el estudio de las mismas a raíz de la lectura de la obra que el inglés Luke Howard publicara en 1803 sobre la clasificación de las nubes: On The Modifications of Clouds.[…] Las nubes son para el científico de Weimar seres animados que reaccionan en función de las condiciones de la tierra y de su fuerza de atracción, puesto que no son ni fijas ni volátiles, sino, como todo en la naturaleza, formas en constante transformación. Es por eso por lo que la observación de los fenómenos atmosféricos tiene siempre para él una vertiente empírica y otra simbólica: la primera se manifiesta en sus estudios científicos, la segunda en sus textos literarios».

Dátiles

frutos

15 mayo 2021

15 de mayo

Salió detrás de la mesa y lo condujo hacia dos gastados sillones de cuero. De inmediato surgió de la nada un ordenanza seguido por tres esclavos, cuatro personas para dos tacitas: uno de los esclavos sostenía la bandeja, otro vertía el café y el tercero ofrecía azúcar. Después de servir, los esclavos se retiraron retrocediendo, pero el ordenanza se cuadró entre los dos sillones. El gobernador era un hombre de mediana estatura, delgado, con profundas arrugas y escaso cabello gris. De cerca se veía mucho menos impresionante que a caballo, con sombrero emplumado, cubierto de medallas y la banda de su cargo cruzada en el pecho. Relais estaba muy incómodo en el borde del sillón, sosteniendo con torpeza la taza de porcelana que podía hacerse añicos de un soplido. No estaba acostumbrado a prescindir de la rígida etiqueta militar impuesta por el rango.

—Se estará preguntando para qué lo he citado, teniente coronel Relais —dijo Blanchelande revolviendo el azúcar del café—. ¿Qué piensa de la situación en Saint-Domingue?

Colchicum montanum

Colchicum montanum

Enriketa ve un fantasma