
11 agosto 2021
10 agosto 2021
10 de agosto
Lucile era alta y de notable belleza, aunque seria. Su pálido rostro estaba enmarcado por unos largos cabellos negros; a menudo clavaba en el cielo o paseaba en torno a ella unas miradas llenas de tristeza o de fuego. Sus andares, su voz, su sonrisa, sus rasgos tenían algo de soñador y de doliente.
Lucile y yo no nos éramos mutuamente útiles. Cuando hablábamos del mundo era del que llevábamos dentro de nosotros y que se parecía muy poco al mundo verdadero. Ella veía en mí a su protector, yo veía en ella a mi amiga. Ella tenía arrebatos de negras ideas que a mí me costaba disipar: a los diecisiete años, deploraba la pérdida de sus años mozos; quería enterrarse en un convento. Todo era preocupación, tristeza, ofensa para ella: una expresión que buscara, una quimera que se hubiera forjado, la atormentaban meses enteros. La he visto a menudo, con un brazo echado sobre su cabeza, soñar inmóvil e inanimada; reconcentrada en su corazón, su vida no se manifestaba al exterior; ni siquiera su pecho palpitaba. Por su actitud, su melancolía y su venustez se asemejaba a un Genio fúnebre. Yo trataba entonces de consolarla y al instante siguiente me hundía en una desesperación inexplicable.
09 agosto 2021
9 de agosto
De una carta a Christopher Tolkien
9 de agosto de 1945
La noticia de hoy acerca de las «bombas Atómicas» es tan aterradora que uno queda aturdido. La completa locura de esos físicos lunáticos al consentir llevar a cabo trabajo semejante con fines belicistas: ¡planear con calma la destrucción del mundo! Semejantes explosivos en manos de los hombres, mientras su condición moral e intelectual declina, es poco más o menos tan seguro como dar armas de fuego a los internos de una cárcel diciendo que se espera que «eso asegure la paz». Pero algo bueno puede surgir de ello, supongo, si las evaluaciones críticas no resultan exageradas: el Japón tendría que darse por vencido. Bueno, estamos en manos de Dios. Pero Él no mira con buenos ojos a los constructores de Babel.
J. R. R. Tolkien
Cartas
Selección de cartas del escritor J. R. R. Tolkien, editada por su biógrafo Humphrey Carpenter. La selección contiene 354 epístolas, fechadas entre octubre de 1914, cuando Tolkien era un estudiante de Oxford, y agosto 29 de 1973, cuatro días antes de su muerte.
Estas misivas pueden dividirse aproximadamente en cuatro categorías: 1) Cartas personales a Edith, su esposa; a Christopher, su hijo; y a sus demás hijos. 2) Cartas acerca de la vida profesional de Tolkien como profesor de anglosajón. 3) Cartas a sus editores sobre los procesos de edición de sus obras. 4) Cartas sobre el universo literario del autor, de especial interés para los seguidores de Tolkien, pues proporciona mucha información acerca de la Tierra Media que no puede encontrarse en cualquier otra de sus obras. Varias de estas epístolas son respuestas a lectores de «El Señor de los Anillos» que remitieron a Tolkien preguntas referentes a frases de lenguas élficas encontradas en su libro: las «Cartas», además de contener información biográfica, la ofrecen también lingüística y proporcionan al lector traducciones que no se hallan en las obras del autor.
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