NEVERMORE
Oh recuerdo, recuerdo ¿Qué me quieres? Volaba
en el otoño el tordo por el átono aire,
y disparaba el sol un monótono rayo
sobre el bosque amarillo donde el cierzo resuena.
Ella y yo caminábamos a solas, entre sueños,
al viento el pensamiento y el cabello, y de pronto,
mirándome con ojos conmovidos, «¿Cuál fue
tu día más hermoso?», dijo su voz de oro,
su voz sonora y dulce, con fresco timbre angélico.
Mi discreta sonrisa respondió a su pregunta,
y le besé la blanca mano devotamente.
—¡Ah! Las flores primeras, ¡qué perfumes exhalan!
¡y con qué sortilegio resuena entre murmullos
el primer sí que sale de los labios queridos!
Paul
Verlaine
Treinta y seis sonetos
Oh recuerdo, recuerdo ¿Qué me quieres? Volaba
en el otoño el tordo por el átono aire,
y disparaba el sol un monótono rayo
sobre el bosque amarillo donde el cierzo resuena.
Ella y yo caminábamos a solas, entre sueños,
al viento el pensamiento y el cabello, y de pronto,
mirándome con ojos conmovidos, «¿Cuál fue
tu día más hermoso?», dijo su voz de oro,
su voz sonora y dulce, con fresco timbre angélico.
Mi discreta sonrisa respondió a su pregunta,
y le besé la blanca mano devotamente.
—¡Ah! Las flores primeras, ¡qué perfumes exhalan!
¡y con qué sortilegio resuena entre murmullos
el primer sí que sale de los labios queridos!
Treinta y seis sonetos
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