El siguiente precepto es muy citado por Platón: «Cumple con tu deber y conócete.» Cada uno de los dos miembros de esta máxima envuelve en general todo nuestro deber, y el uno equivale al otro. El que hubiera de realizar su deber, vería que su primer cuidado es conocer lo que realmente se es y lo que mejor se acomoda a cada uno; él que se conoce no se interesa por aquello en que nada le va ni le viene; profesa la estimación de si mismo antes que la de ninguna otra cosa, y rechaza los quehaceres superfluos y los pensamientos y propósitos baldíos. Así como la locura con nada se satisface, así el hombre prudente se acomoda a lo actual y nunca se disgusta consigo mismo. Epicuro dispensa a sus discípulos de la previsión y preocupación del porvenir. MICHEL DE MONTAIGNE
No hay comentarios:
Publicar un comentario