23 julio 2022
22 julio 2022
De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: El río del bosque
EL RÍO DEL BOSQUE
Me he bañado sola en el río del bosque Y seguramente asusté a las náyades porque apenas podía adivinarlas, muy lejos, bajo las aguas oscuras.
Las llamé. Para parecerme a ellas trencé tras de mi nuca lirios negros como mis cabellos con racimos de amarillos alhelíes.
Con una larga hierba acuática me hice un cinturón verde, y para vérmelo agachando la cabeza aplastaba mis senos.
Volví a llamarlas: «¡Náyades! ¡Náyades! ¡Sed buenas, jugad conmigo!». Pero las náyades son transparentes y pudiera ser que sin saberlo hubiera acariciado sus leves brazos.
21 julio 2022
De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: Las flores
LAS FLORES
Ninfas del bosque y de las fuentes, amigas bienhechoras, aquí estoy. No os escondáis, venid a ayudarme que no puedo con tantas flores, como he recogido.
Voy a buscar por todo el bosque una pobre hamadriada de erguidos brazos y en sus cabellos color de hoja prenderé mi rosa más crecida.
Mirad: he cortado tantas flores que no podré llevármelas si no me hacéis un ramo. Si os negáis, ¡cuidaros!
Ayer vi a la que entre vosotras tiene el cabello anaranjado encelada como una bestezuela con el sátiro Lamprosates y denunciaré a la impúdica.
20 julio 2022
De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: La lluvia
LA LLUVIA
Una fina lluvia ha empapado todo, calmadamente y en silencio. Todavía chispea. Saldré bajo los árboles. Descalza, para no mancharme las sandalias.
En primavera la lluvia es deliciosa. Las ramas cargadas de húmedas flores exhalan un perfume que me atolondra. Brilla al sol la delicada piel de las cortezas.
¡Ay! ¡Qué de flores en el suelo! Tened piedad de las flores caídas. No las barráis mezclándolas con el barro. Conservadlas para las abejas.
Los escarabajos y las babosas cruzan el sendero sorteando los charcos. No quiero pisarles, ni espantar a ese lagarto dorado que se despereza guiñando los ojos.