14 octubre 2025

Por privilegio del roble, del fresno y del espino

 —Ahora sois ya propietarios legales y con dominio sobre toda la vieja Inglaterra —comenzó Puck, con voz canturreante—. Por privilegio del roble, del fresno y del espino, sois libres de ir y venir, de mirar y conocer lo que yo os muestre o lo que mejor os plazca. Veréis lo que deseéis y oiréis lo que queráis escuchar, aunque todo ello haya ocurrido hace tres mil años; no conoceréis el temor ni la duda. ¡Rápido! Agarrad con fuerza todo lo que os concedo.
Los niños cerraron los ojos, pero no ocurrió nada.
—Bueno —dijo Una, desilusionada, abriendo de nuevo los ojos—. Pensé que habría dragones.
—Aunque haya ocurrido hace tres mil años —repitió Puck, y contó con los dedos. Comentó—: No; me temo que hace tres mil años no existían los dragones.
—Pero aquí no ha pasado nada en absoluto —protestó Dan.
—Espera un poco —replicó Puck—. No crece un roble en un año y la vieja Inglaterra es más vieja que veinte robles. Vamos a sentarnos de nuevo y a pensar. Puedo estar pensando más de un siglo.


Rudyard Kipling

Puck de la colina de Pook

Paisaje con lilas

Paisaje con lilas

11 octubre 2025

Huye sin percibirse, lento, el día,

ARREPENTIMIENTO Y LÁGRIMAS DEBIDAS AL ENGAÑO DE LA VIDA

SONETO

 

Huye sin percibirse, lento, el día,
y la hora secreta y recatada
con silencio se acerca, y, despreciada,
lleva tras sí la edad lozana mía.

La vida nueva, que en niñez ardía,
la juventud robusta y engañada,
en el postrer invierno sepultada,
yace entre negra sombra y nieve fría.

No sentí resbalar, mudos, los años;
hoy los lloro pasados, y los veo
riendo de mis lágrimas y daños.

Mi penitencia deba a mi deseo,
pues me deben la vida mis engaños,
y espero el mal que paso, y no le creo.

 

[Parnaso, 82, b]

Francisco de Quevedo y Villegas