01 julio 2017
02 agosto 2016
02 mayo 2007
Crucero gallego en Madrid
del Romancero sefardí de Laura Papo
Arbolera, mi Arbolera, tan galana y tan gentil, la rayis tiene de oro y las ramas de marphyl y la más chica ramica es una dama zarif. Y peñando los sus trensados con su peñe cristallín. Por ahí pasó un caballero que asemejaba a Amadil. --Ansí bivas, caballero, ansí el Dio vos deje bivir, ¿si visteis al mi marido, al mi marido Amadil? --Bien lo vide, bien lo conosco, letra tengo para ti. ¿Cuánto dieras, la mi señora, porque vo lo trusera aquí? --Diera yo mis tres doblones que me quedaron de Amadil. --¿Cuánto dieras, la mi señora, porque vo lo trusera aquí? --Diera yo los mis trensados que me quedaron de Amadil. --¿Cuánto dieras, la mi señora, porque vo lo trusera aquí? --Diera yo mis tres molinos que me quedaron de Amadil. --¿Cuánto dieras, la mi señora, porque vo lo trusera aquí? El uno muele pimienta y el otro giungulí y el más chico de eos arina blanca para Amadil. --¿Cuánto dieras, la mi señora, porque vo lo trusera aquí? --Diera yo mis tres hijicas que me quedaron de Amadil. La una mete la mesa y la otra para servir y la más chiquita de ellas, para burlar y para reír. --¿Dieras vos mi medio cuerpo, para que lo trusera aquí? --Si yo do mi medio cuerpo, ¿lo que le queda para Amadil? --Non penséis nada, mi señora, so yo vuestro marido Amadil.
22 de noviembre
Deirdre frunció el entrecejo. —No al «Traiga y Compre» de Nochebuena —dijo—. Fue al anterior… al de la Fiesta de la Cosecha. —La Fiesta de...