18 septiembre 2024

CLÁSICOS.

CLÁSICOS.  Ves la luna de invierno que asciende lentamente en el atardecer, y oyes el ladrido de los perros, como Ovidio. Luego el Ángelus, y luego algunas noches había comedias y veías también a un Príncipe, con una calavera en la mano, a la que hablaba: “¡Ah, Yorick! ¡Pobre Yorick!”, decía. Fueron tus clásicos. (Los cuadernos de Rembrandt. Pg. 38. José Jiménez Lozano. 2005)

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EN LA MUERTE DE OTO.

EN LA MUERTE DE OTO.  Arrastró su vejez el pobre Oto, casi ciego y paralítico, y no aullaba. Más si le atendías con tu mirada, movía ...