11 diciembre 2022
10 diciembre 2022
VAGUEDADES
Bien sé que no hay nada
nuevo debajo del cielo,
que ya antes otros pensaron
las cosas que ahora yo pienso.
Entonces, ¿por qué escribo?
Pues bien, porque así somos,
reloj que repetimos
eternamente lo mismo.
nuevo debajo del cielo,
que ya antes otros pensaron
las cosas que ahora yo pienso.
Entonces, ¿por qué escribo?
Pues bien, porque así somos,
reloj que repetimos
eternamente lo mismo.
Rosalía de Castro
Obra poética
09 diciembre 2022
El portal de Belén estaba hermosamente iluminado.
Como necesitaba dinero, fue a casa de don Policarpo Bardes, el administrador, y le contó lo que le sucedía. Don Policarpo le prestó quinientas pesetas y se continuaron las obras del nacimiento, que era una monada. Estaba hecho en cuatro planos, lo que producía un alejamiento completo en el fondo. La mecánica y la electricidad habían contribuido al embellecimiento del panorama. Había allí, por las calles de un arrabal de Belén, un tranvía eléctrico precioso. La luna era una lámpara incandescente, y las estrellas, agujeritos del cielo por donde pasaba la luz de un arco voltaico. El portal de Belén estaba hermosamente iluminado. Era admirable; tanto, que el dueño del solar, al ver concluido el nacimiento, temió perder un gran negocio y propuso a Paradox y a sus compañeros pagarles los gastos hechos y darles una prima de seis mil reales.
Silvestre contestó que lo pensaría, y consultó con Avelino. Aquella misma tarde, mientras hablaban, entró el prendero de Moncó, que venía hecho una furia. Los dos billetes que le había dado Paradox hacía un mes eran falsos.
—¡Falsos! ¡Imposible! A buena hora les daba la noticia —le dijeron.
Moncó tenía la certidumbre de que se lo habían dado ellos; pero esto no bastaba para convencer a nadie, y cuando se marchó Moncó, echando pestes, Avelino y Silvestre se hicieron lenguas de la poca aprensión y de la desvergüenza del prendero.
Olvidado esto, que no tenía importancia para turbar su serenidad, decidieron los dos socios manifestar al dueño de la barraca que cederían la parte que les correspondía por dos mil pesetas, luego de pagados los gastos.
El dueño aceptó, pero puso como condición el pagar el 1 de diciembre. Avelino y Silvestre no tuvieron más remedio que esperar.
Pocos días después de esto Pelayo Huesca le pidió a Paradox, con lágrimas en los ojos, que hiciera el favor de permitir pasar unas noches a su mujer en la casa, porque había salido de la cárcel y no tenía adónde llevarla. Silvestre aceptó, aunque no le hacía mucha gracia la cosa, y la mujer de don Pelayo se presentó en la buhardilla.
Era una mujerona guapota y de maneras muy libres, que no parecía guardar muchas consideraciones a su marido.
A Silvestre se le figuró que le guiñaba los ojos.
Pío Baroja
Aventuras, inventos y mixtificaciones de
Silvestre Paradox
En Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox, Baroja nos traza un reflejo de los ambientes bohemios en los que se movía en Madrid. Los modelos que le sirven para dibujar los tipos de Paradox y de don Avelino Diz de la Iglesia, los encontró seguramente Baroja en su panadería de la Calle de la Misericordia. Las inquietudes y preocupaciones de los personajes, el cientifismo sin medios de desarrollo de Paradox, las tendencias filosóficas (nietzscheanismo, shopenhauerismo, pesimismo), las discusiones artísticas… Y como contraste, un medio sórdido, un telón de fondo de miseria, fanatismo e incultura.
Planteada con carácter folletinesco, es, en realidad, una parodia de la novela de folletines, a la par que testimonio de la crisis de conciencia de la sociedad burguesa. Y tal vez sea este sentido de crisis lo que le da un aspecto de protesta y un tono de irracionalidad y urgencia que anticipan lo que sólo años más tarde comportará el existencialismo europeo.
08 diciembre 2022
PARAÍSO PERDIDO
PARAÍSO PERDIDO
Lejano infancia paraíso cielo
oh seguro seguro paraíso.
Quiero pedir que no y volver. No quiero
oh no quiero no quiero madre mía
no quiero ya no quiero no este mundo.
Harta es la luz con mano de tristeza
harta la sucia sucia luz vestida
hartas la voz la boca la catada
y regustada inercia de la forma.
Si no da para el día si el cansancio
si la esperanza triturada y la alta
pesadumbre no dan para la vida
si el tiempo arrastra muerto de un costado
si todo para arder para sumirse
para dejar la voz temblando estarse
el cuerpo destinado la mirada
golpeada el nombre herido rindan cuentas.
No quiero ya no quiero hacer señales
mover la mano no ni la mirada
ni el corazón. No quiero ya no quiero
la sucia sucia sucia luz del día.
Lejano infancia paraíso cielo
oh seguro seguro paraíso.
(1947)
Idea Vilariño
Poesía completa
Idea Vilariño (Montevideo, 1920-2009) fue poeta, crítica literaria, compositora de canciones, traductora y educadora. Antes de cumplir los treinta años era ya ampliamente conocida por su talento. Durante la última década del siglo XX, críticos y profesores de todo el mundo de habla hispana, así como traductores de Estados Unidos, Austria, Brasil e Italia, difundieron su poesía. Fue una de las figuras más destacadas de la denominada Generación del 45. Muy celosa de su intimidad y reacia a la publicidad, falleció en Montevideo en 2009.
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