Kylemore Abbey es un edificio neogótico que, actualmente es un exclusivo internado femenino, regentado por monjas benedictinas, situado en las orillas del lago Kylemore. Lo mandó construir Mitchell Henry como regalo para su esposa, la cual murió repentinamente poco tiempo después. A ésta la siguió su hija, con lo cual el pobre Henry vendió el castillo.
11 febrero 2008
Irlanda: Kylemore Abbey
10 febrero 2008
09 febrero 2008
08 febrero 2008
07 febrero 2008
de los Cármina Burana
En los Cármina burana se satirizaba y se criticaba toda la sociedad en general, especialmente a las personas que ostentaban el poder en la corona y sobre todo en el clero. Las composiciones más características son las Kontrafakturen que imitan con su ritmo las letanías del Antiguo Evangelio para satirizar la decadencia de la curia romana, o para construir elogios al amor, al juego o, sobre todo, al vino, en la tradición de los cármina potoria.
La colección se encuentra dividida en 6 partes:
Carmina ecclesiástica (canciones sobre temas religiosos)
Carmina moralia et satírica (cantos morales y satíricos)
Carmina amatoria (canciones de amor)
Carmina potoria (contiene obras sobre la bebida, y también parodias)
Ludi (representaciones religiosas)
Supplemantum (versiones de todas las anteriores, con algunas variaciones)
La obra musical moderna
Carl Orff tomó los textos de Carmina burana para componer una cantata escénica con el mismo nombre en 1937, cuyo fragmento más conocido es el O Fortuna, que constituye la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra. Orff subtituló la composición: Cantiones profánae cantóribus et choris cantándae comitántibus instrumentis atqüe imáginibus mágicis (en latín: ‘canciones laicas para cantantes y coreutas para ser cantadas junto a instrumentos e imágenes mágicas’).
La versión de Orff forma parte de una trilogía junto a Catulli Cármina y Trionfo di Afrodita. En la cantata, además de la orquesta y coros, intervienen solistas (soprano, tenor, bajo), destacando su abundante y espléndida percusión.
De la colección completa de los Carmina burana, Orff escogió 25 canciones y las ordenó de modo que pudieran ser representadas en un escenario. En cuanto a la música, se amoldó a la sencillez de los textos. Aproximadamente la mitad de las piezas son canciones cuya melodía se repite en cada estrofa casi sin variantes, limitándose algunas veces a realizar simples escalas mayores o menores.
El ritmo es el encargado de dar variedad al conjunto, impidiendo así cualquier monotonía. Esta riqueza rítmica es, tal vez, la característica más importante de los Carmina burana de Orff.
La obra de Orff consta de una introducción, tres partes y un final.
Introducción: Fortuna imperatrix mundi.
Primera parte: Primo vere - Ûf dem anger.
Segunda parte: In taberna.
Tercera parte: Cours d’amour - Blanziflour et Helena.
Final: Fortuna imperatrix mundi.
1. O Fortuna
O Fortuna
velut luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria,
est affectus
et deffectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite!
1. Oh Fortuna
Oh Fortuna,
variable como la Luna
como ella creces sin cesar
o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando,
entristeces a los débiles sentidos,
para llenarles de satisfacción
al día siguiente.
La pobreza y el poder
se derriten como el hielo.
ante tu presencia.
Destino monstruoso
y vacío,
una rueda girando es lo que eres,
si está mal colocada
la salud es vana,
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada;
me atormentas también
en la mesa de juego;
mi desnudez regresa
me la trajo tu maldad.
El destino de la salud
y de la virtud
está en contra mía,
es atacado
y destruido
siempre en tu servicio.
En esta hora
sin demora
toquen las cuerdas del corazón;
el destino
derrumba al hombre fuerte
que llora conmigo por tu villanía.
06 febrero 2008
Embalse de Cervera o de Ruesga en la Montaña palentina
Foto de Mª Ángeles y Jesús
La Provincia de Palencia destaca, por su rico y variado patrimonio artístico: (WIKI)
Las diferentes muestras de Arte románico. Una de las mejores muestras de este estilo en Europa. Concentra la mayor cantidad de monumentos románicos por superficie de este continente. Destaca entre todas la Iglesia de San Martín de Frómista, uno de los mejores ejemplos románicos del mundo. Son candidatas a Patrimonio de la Humanidad.
Camino de Santiago, a su paso por la provincia, tanto por sus paisajes como por el patrimonio histórico que le rodea. Destacan las localidades de Frómista, Carrión de los Condes y Villalcázar de Sirga. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Iglesias y museos de la Tierra de Campos. Inmersos en el potente paisaje de Tierra de Campos típicamente castellano.
Villas Romanas: Cuentan con restos romanos muy importantes donde destacan los mosaicos. Las dos Villas principales son La Olmeda y la Tejada en Quintanilla de la Cueza
Canal de Castilla, el 80% de su recorrido transcurre por esta Provincia. Destacan las esclusas, la Dársena de Palencia y las rutas en bicicleta siguiendo el Canal. Atraviesa importantes localidades como Alar del Rey, Frómista, Grijota o la propia Palencia.
Turismo en la comarca de la Peña y Campoo (Montaña Palentina), destacando sus Parajes naturales (enmarcados en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y la ruta de los pantanos (Compuerto, Aguilar, Camporredondo...).
Vias verdes. Antiguas vías de ferrocarril remodeladas como vías para ciclistas, caminantes o minusválidos.
Avistamiento de Aves: en la Laguna de la Nava de Fuentes.
Turismo urbano: Principalmente por su capital: Palencia. Destaca por la cantidad y calidad de sus iglesias góticas y renacentistas, su catedral, sus puentes emblemáticos, la ribera del Carrión y los edificios civiles de la Calle Mayor y de Jerónimo Arroyo y las extensas zonas verdes que la convierten el la primera por habitante de España en parques. El Cristo del Otero, que domina la ciudad y varios museos son otros atractivos de esta ciudad desconocida por el turismo.