Procesos de brujos y brujas que vivieron durante el siglo XVI en tierras nórdicas, pero de las consideradas célticas más que germánicas, indican que también en ellas la Brujería estaba relacionada por entonces con creencias mitológicas más que con un Satanismo formal. Así, por ejemplo, en Escocia. Ello se ve claro en el conocido proceso de Bessie Dunlop, dirigido por jueces protestantes. Esta mujer, natural de Lyne, cerca de Dalry, en el condado de Ayr, fue condenada a la hoguera el 8 de noviembre de 1576. Como otras muchas que sufrieron la misma pena, era partera y curandera. Según declaró, desde 1547 se le aparecía un fantasma de cierto vecino suyo muerto en la batalla de Pinkie y llamado Thome Reid. El fantasma le aconsejaba en sus curas y la inducía a obrar bien. La primera vez que se le apareció pasaba la mujer por momentos de angustia. La segunda le recomendó que se hiciera católica, la tercera se le presentó estando en familia, pero quedó invisible para los demás.
La llevó luego a un sitio próximo al horno de la casa, aconsejándola que no metiera ruido. Allí se le aparecieron cuatro caballeros y ocho damas elegantísimas que le invitaron a ir con ellos. Bessie permaneció callada y las figuras aquellas desaparecieron en un torbellino. El fantasma, que había estado oculto durante la entrevista, una vez que se fueron, le aclaró que aquellas damas eran las «buenas hadas» que residían en la «corte de Elfos». Bessie siguió sin aceptar la invitación, por lo que el fantasma se incomodó algo. Pero, de todas maneras, la siguió protegiendo. Al fin, sin embargo, después de unas curas y adivinaciones fallidas dio con sus huesos en la cárcel y tras de un proceso en el que manifestó que no había conocido en vida a Reid, fue quemada.
Julio Caro Baroja
Las brujas y su mundo
Un estudio antropológico de la sociedad en una época oscura
Este estudio clásico de Julio Caro Baroja acerca de Las brujas y su mundo cubre un amplio ámbito histórico y cultural: las características de la magia negra en el mundo grecolatino, la hechicería femenina entre los pueblos germánicos y eslavos, la adoración del demonio en la Europa medieval, la extensión de la práctica del sabbat a partir del siglo XIV, la brujería vasca en el vasca en el siglo XVI y los grandes procesos inquisitoriales de comienzos del siglo XVII (como el de las brujas de Zugarramurdi), la crítica de la Ilustración a la concepción mágica del mundo, la persistencia en el siglo XX de ese género de creencias dentro de sectores rurales colindantes con centros urbanos e industriales altamente desarrollados, etc. Estas investigaciones resultan especialmente útiles para descubrir la función que las creencias mágicas desempeñan en las distintas sociedades y mostrar el carácter cambiante y elástico que para los hombres de diferentes épocas y culturas tienen las fronteras de la realidad.