
28 febrero 2025
27 febrero 2025
26 febrero 2025
25 febrero 2025
24 febrero 2025
23 febrero 2025
Parte de un poema
22 febrero 2025
21 febrero 2025
20 febrero 2025
19 febrero 2025
18 febrero 2025
17 febrero 2025
16 febrero 2025
15 febrero 2025
14 febrero 2025
The Clod and the Pebble
By William Blake
"Love seeketh not itself to please,
Nor for itself hath any care,
But for another gives its ease,
And builds a Heaven in Hell's despair."
So sung a little Clod of Clay
Trodden with the cattle's feet,
But a Pebble of the brook
Warbled out these metres meet:
"Love seeketh only self to please,
To bind another to its delight,
Joys in another's loss of ease,
And builds a Hell in Heaven's despite."
13 febrero 2025
12 febrero 2025
11 febrero 2025
10 febrero 2025
09 febrero 2025
08 febrero 2025
07 febrero 2025
06 febrero 2025
05 febrero 2025
También los recuerdos
A veces, después de bañarme, cepillarme los dientes y limpiarme las orejas con un bastoncillo, me acostaba junto a ella en su amplia cama (la cama de matrimonio que mi abuelo abandonó para siempre, o de la que le echaron, antes de que yo naciera). Mi abuela me contaba un cuento o dos, me acariciaba las mejillas, me besaba en la frente y enseguida me la frotaba con un pequeño pañuelo empapado en perfume, un pañuelo que siempre llevaba metido en la manga izquierda y que utilizaba para eliminar o aplastar microbios, y apagaba la luz. Después de apagar la luz también seguía tarareando en la oscuridad; no es que tarareara, tampoco murmuraba, cómo describirlo: de su interior salía una especie de voz lejana, onírica, una voz de color nuez, un sonido oscuro y agradable que poco a poco se iba convirtiendo en un eco, en una tonalidad, en un olor, en una delicada aspereza, en una oscura calidez, en un tibio líquido amniótico. Toda la noche.
Amos Oz
Una historia de amor y oscuridad
04 febrero 2025
Las citas pequeñas de los grandes textos
No confundas el amor con el delirio de la posesión, que causa los peores sufrimientos. Porque, al contrario de lo que suele pensarse, el amor no hace sufrir. Lo que hace sufrir es el instinto de la propiedad, que es lo contrario del amor.«CIUDADELA»ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY (1900-1944)