Signifícase la propia brevedad de la vida, sin pensar, y con padecer, salteada de la muerte (Parnaso, 63, b)
"!Fue sueño ayer; mañana será tierra!
!Poco antes, nada; poco después, humo!
!Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!
Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento."
Francisco de Quevedo