Cántica de serrana.
Siempre se me verná miente
d'esta serrana valiente
Gadea de Riofrío.
A la fuera d'esta aldea la que aquí he nomblado,
encontreme con Gadea, vacas guarda en el prado,
yo l' dixe: «En buena hora sea de vos cuerpo tan guisado.»
Ella me repuso: «Ca la carrera has errado,
»et andas como radío.»
«Radío ando, serrana, en esta grand' espesura,
»a las veses omen gana o pierde por aventura;
»mas quanto esta mañana del camino non he cura,
»pues vos yo tengo hermana aquí en esta verdura
»ribera de aqueste río.»
Riome como respuso la serrana tan sañuda,
desçendió la cuesta ayuso ¡cómo era atrebuda!
Dixo: «Non sabes el uso, como s'doma la res muda,
»quiçá el pecado puso esa lengua tan aguda,
»si la cayada te envío.»
Enviome la cayada aquí tras el pestorejo,
físome ir la cuestalada, derribome en el vallejo,
dixo la endiablada: «Así apilan el conejo:
»sobart'he», dis, «el albarda, si non partes del trebejo:
»liévate, vete, sandio.»
Ospedome et diome vianda, mas escotar me la fiso,
porque non fis' quanto manda, dis': «¡Roín, gaho, enverniso!
»cómo fis' loca demanda en dexar por ti el vaqueriso
»yot' mostraré, si non ablandas, como se pella el eriso,
»sin agua et sin rosío.»
Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
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30 diciembre 2007
Entre Miraflores y Rascafría
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