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¡Ah! en ese cofrecillo habitan mis antiguos poderes: hay rojo polvo de ladrillo, un charco azul y gusanitos que hacían seda blanca, y un espejo. Cristales de la vasija oscura que contenía polvos para el rostro de Mábel, ya pálida. Una cuerda, lacre, lilas, y un retrato color sepia, de ella. ¡Si pudiera volver a abrirlo! Sería inmortal como los dioses.
JJL.