PRIMAVERA
Encerrados
por los hielos del invierno los huesos de los frutos, las semillas, las raíces,
¿quién hará que la savia ascienda para que vuelvan los retoños a brotar?
Tiernos renuevos de verdor, hojas todo, briznas, vainas: habla de la vida
oculta que surge bajo tierra, vida enterrada que la Muerte cuida.
Sopla
suavemente el viento del deshielo, cae lenta la lluvia, destellos lanza el sol
al despertarse, brota tierna la hierba en la llanura; las nuevas hojas
engalanan los setos; los huesos de los frutos, las semillas, las raíces,
gracias a la savia retoñan, germinan; brotan en las sendas los helechos
rizados; se aparean los pájaros y vuelven a cantar.
No
hay estación como la primavera cuando en todas las cosas está viva la vida,
antes de que canten los nuevos pajarillos y las hendidas golondrinas se retiren
veloces por caminos sin sendas-, Dios guía su vuelo y prepara su mesa para que
nada les falte-, antes de que una flor más sean las margaritas, antes de que
tenga fuerza el sol de abrasar el mundo al mediodía.
No
hay estación como la primavera que tan pronto se va; no hay vida como la vida
efímera que nace en primavera: el césped reverdece, se viste la desnuda tierra,
hay vida en el nido, pluma sobre rama agitada, poderoso vuelo: no hay estación
como la primavera, tan efímera, recién nacida ahora y ya apresurándose a morir.
CHRISTINA ROSSETTI.
Spring/primavera. Traductor: ÁNGEL RUPÉREZ