I
Serranillas de Moncayo,
Dios vos dé buen año entero,
pues de muy torpe lacayo
faríades caballero.
II
5Ya se pasaba el verano,
al tiempo que uno se apaña,
con la ropa a la tajaña,
encima de Vozmediano;
vi serrana sin argayo
10andar al pie del otero
más clara que sale en Mayo
el alba ni su lucero.
III
Díjele: Dios nos mantenga,
serrana de buen donaire.
15Respondió como en desgaire:
¡Ay!, que en hora buena venga
aquel que para San Payo
desta irá mi prisionero.
Y vino a mí, como un rayo,
20diciendo: Preso, montero.
IV
Díjele: Non me matedes,
serrana, sin ser oído;
pues yo no soy del partido
de esos por quien vos lo avedes,
25aunque me vedes tal sayo,
en Agreda soy frontero
y no me llaman Pelayo,
aunque me vedes señero.
V
Desque oyó lo que decía
30dijo: Perdonad, amigo;
mas folgad ora conmigo,
y dejad la montería.
A este zurrón que trayo
quered ser mi parcionero,
35pues me falleció Mingayo,
que era conmigo ovejero.
FINIDA
Entre Torellas y el Payo
pasaremos el Febrero.
Díjele: De tal ensayo,
40serrana, soy placentero.
Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana