LAS FLORES
Ninfas del bosque y de las fuentes, amigas bienhechoras, aquí estoy. No os escondáis, venid a ayudarme que no puedo con tantas flores, como he recogido.
Voy a buscar por todo el bosque una pobre hamadriada de erguidos brazos y en sus cabellos color de hoja prenderé mi rosa más crecida.
Mirad: he cortado tantas flores que no podré llevármelas si no me hacéis un ramo. Si os negáis, ¡cuidaros!
Ayer vi a la que entre vosotras tiene el cabello anaranjado encelada como una bestezuela con el sátiro Lamprosates y denunciaré a la impúdica.