21 julio 2022

De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: Las flores

 LAS FLORES

Ninfas del bosque y de las fuentes, amigas bienhechoras, aquí estoy. No os escondáis, venid a ayudarme que no puedo con tantas flores, como he recogido.

Voy a buscar por todo el bosque una pobre hamadriada de erguidos brazos y en sus cabellos color de hoja prenderé mi rosa más crecida.

Mirad: he cortado tantas flores que no podré llevármelas si no me hacéis un ramo. Si os negáis, ¡cuidaros!

Ayer vi a la que entre vosotras tiene el cabello anaranjado encelada como una bestezuela con el sátiro Lamprosates y denunciaré a la impúdica.


Pierre Louÿs 
Las canciones de Bilitis

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

20 julio 2022

De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: La lluvia

 LA LLUVIA

Una fina lluvia ha empapado todo, calmadamente y en silencio. Todavía chispea. Saldré bajo los árboles. Descalza, para no mancharme las sandalias.

En primavera la lluvia es deliciosa. Las ramas cargadas de húmedas flores exhalan un perfume que me atolondra. Brilla al sol la delicada piel de las cortezas.

¡Ay! ¡Qué de flores en el suelo! Tened piedad de las flores caídas. No las barráis mezclándolas con el barro. Conservadlas para las abejas.

Los escarabajos y las babosas cruzan el sendero sorteando los charcos. No quiero pisarles, ni espantar a ese lagarto dorado que se despereza guiñando los ojos.


Pierre Louÿs 
Las canciones de Bilitis

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

19 julio 2022

De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: El paseante

 EL PASEANTE

Cuando estaba sentada al atardecer a la puerta de mi casa, acertó a pasar un joven. Me miró, volví la cabeza. Me habló, no le respondí.

Quiso acercárseme. Cogí una hoz apoyada en el muro y le habría hendido la cara si avanza un paso más.

Entonces, reculando un poco, sonrió y soplando hacia mí en el hueco de su mano, me dijo: «Recibe este beso». Y grité, y lloré tanto que acudió mi madre.

Agitada, creyendo que me había picado un escorpión. Yo lloraba: «Me ha besado». Y mi madre, me besó también llevándome en sus brazos.


Pierre Louÿs 
Las canciones de Bilitis

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

El hombre del saco de castañas y su terrible, horrible, espantoso episodio en una mansión donde no vio a nadie y estaba llena de entes

18 julio 2022

De Pierre Louÿs en Las canciones de Bilitis: Palabras maternas

 PALABRAS MATERNAS
Mi madre me baña en la oscuridad, me viste a pleno sol y me peina en la luz; pero si salgo al claro de luna, ata mi ceñidor con doble nudo.
Me dice: «Juega con las vírgenes, danza con los niños; no curiosees por la ventana; elude la palabra de los muchachos y desconfía del consejo de las viudas».
«Un atardecer, lo mismo que a todas, uno cualquiera, rodeado de sonoros tímpanos y enamoradas flautas, vendrá a buscarte».
«Esa tarde me dejarás al marcharte Bilitis tres calabazas de hiel: una para la mañana, una para el mediodía y la tercera, la más amarga, la tercera para los días feriados».

Pierre Louÿs 
Las canciones de Bilitis

Serie: azulejos